El
misterioso caso ocurrió en el pequeño pueblo de Villa Ana a 439 kilómetros al
norte de Santa Fe (Argentina) cuando uno de los lugareños después de su
sorpresa, grabó al pequeño animal que murió a las pocas horas.
El ternero
tenía malformaciones en el rostro que le daban un aspecto parecido al de una
persona por el hocico corto, así como la ubicación de los ojos y de la boca.
Según
explicaron varios especialistas en medios locales, esta situación se da porque
el animal nació con una malformación craneal.
El genetista Nicolás Magnago, en entrevista con el portal ReconquistaHoy que podría tratarse de una mutación genética.
“Una
mutación genética, es decir, un cambio en la secuencia de un nucleótido o en la
organización del ADN de un ser vivo, produce una variación en las
características de este y que no necesariamente se transmite a la
descendencia», explicó Magnago.
El experto despejó los rumores de los lugareños entre los cuales había supersticiones y hasta creían que podía haber sido el resultado de un caso de zoofilia.
Fuente: Noticias Uno