Según el nuevo reporte
trimestral de deforestación del Instituto de Hidrología, Meteorología y
Estudios Ambientales (Ideam), entre enero y marzo de 2020 se deforestaron
alrededor de 64.000 hectáreas de bosque en la región amazónica, especialmente
en los departamentos de Caquetá (25.064 has); Meta (24.288 has) y Guaviare (14.417 has).
La noticia es desalentadora,
ya que, comparado con el mismo trimestre del 2019, la deforestación incrementó
un 83 por ciento, pues el año pasado, entre enero y marzo, se reportaron cerca
de 35.000 hectáreas deforestadas.
Para algunos expertos, como Rodrigo Botero, director de la Fundación para la Conservación y Desarrollo Sostenible (FCDS), era claro que los deforestadores aprovecharían las circunstancias de la pandemia para impulsar con mayor fuerza la tala y la quema en la Amazonia.
Incluso, en un sobrevuelo por los Parques La Macarena, Tinigua, la Reserva Nukak, la vía Calamar- Miraflores, en Guaviare, se pudo constatar varios incendios forestales que no estaban siendo controlados por ninguna autoridades ambiental.
A eso se suman los panfletos
que han circulado en estas regiones en las que las disidencias de las Farc le
otorgan su "permiso" para acabar con los bosques y adueñarse de las
tierras. También amenazaron a funcionarios de
Parques Nacionales, Instituto Sinchi, Misión Amazonia y corporaciones
autónomas, y le exigieron a la comunidad abandonar sus proyectos.
En general, la región de la
Amazonia sigue siendo la más afectada, pues representa el 68,3 por ciento de
toda la deforestación en el país. Los Parques Nacionales que siguen registrando
altas cifras de deforestación nuevamente son los Parques Serranía de La
Macarena, Tinigua y Chiribiquete.
Es importante mencionar que
se identificaron otras zonas afectadas por la pérdida de bosque en Colombia,
como en la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía de San Lucas/Bajo Nechí.