Entre los requisitos que un hombre debe cumplir para ser donante de esperma está tener una buena condición física y psicológica. Muchos centros de reproducción y bancos de esperma no permiten que sus proveedores tengan enfermedades hereditarias o trastornos mentales de cualquier tipo.
Aun así,
Chris Aggeles, un estadounidense de 43 años, confesó que había engañado a
algunos bancos de esperma en los que donó en tantas ocasiones que ahora es
padre de 36 pequeños.
¿Cuál fue el
engaño?: No sólo ocultó que padecía esquizofrenia y que había estado en la
cárcel acusado de robo, también mintió diciendo que tenía un coeficiente
intelectual de 160 (prácticamente un genio) y que contaba con un doctorado y el
manejo de cuatro idiomas. Su testimonio fue expuesto en una entrevista con el
conductor del podcast ‘Donor 9623’, citada por el diario británico ‘Daily
Mail’.
En 1999,
Aggeles fue internado en una institución mental, en la que fue diagnosticado
con el trastorno de esquizofrenia. Desde que estaba en bachillerato había
experimentado posibles alucinaciones: “Escuchaba mi nombre repetido una y otra
vez mientras intentaba conciliar el sueño”.
A pesar de
esto, aún no acepta su padecimiento, alegando en la entrevista que tenía
trastorno esquizofreniforme, condición que tiene síntomas similares, pero
persiste por menos de seis meses.
Los documentos
judiciales, citados por el medio británico, sostienen que sí padece trastorno
esquizoafectivo.
En el año
2000, comenzó a donar esperma, tras abandonar la universidad para dedicarse a
la música. Tocaba la batería.
Un amigo le
mostró un anuncio de un banco de esperma porque pensó que él sería un buen
candidato. Además, necesitaba el dinero: “Fue una forma de proporcionar algo de
estabilidad a mi vida”.
Ahí
empezaron sus mentiras. Su perfil indicaba que tenía una licenciatura en
neurociencia, una maestría en inteligencia artificial y estaba trabajando en su
doctorado en ingeniería de neurociencia.
Preguntado
sobre el padecimiento de esquizofrenia o trastorno bipolar, en un cuestionario
en el que se preguntaba si él o algún pariente consanguíneo tenían alguna
afección médica, Aggeles respondió que no era su caso.
Donaba hasta
dos veces por semana, debido a la alta demanda basada en su falso
extraordinario perfil.
Continuó
donando hasta 2005, cuando fue arrestado y enjuiciado por un cargo de robo. Se
declaró culpable y cumplió ocho meses en la cárcel.
Al salir de
prisión, Aggeles comenzó a donar en Xytex Corp, banco de esperma con sede en
Georgia. Pero en 2014 se desató la tormenta: la compañía reveló por error el
nombre y el correo electrónico de Aggeles a parte de las familias que habían
utilizado su esperma.
Como es
natural, investigaron y se dieron cuenta de toda la tramoya que había armado el
hombre. La compañía fue demandada en múltiples ocasiones, pero él no fue
judicializado por su falta, a pesar de que confesó todo en una comisaría.
Finalmente,
desea que los niños que fueron fecundados por él tengan una vida “próspera y
pacífica”. Además, le gustaría conocerlos: “Espero que las familias
involucradas, y en particular los niños involucrados, puedan encontrar el
perdón en sus corazones”.
Fuente: EL
TIEMPO