El viernes,
el Senado de Argentina aprobó una propuesta de impuesto al patrimonio que busca
aumentar los ingresos del Gobierno al apuntar a millonarios con activos de más
de 200 millones de pesos (US$2,4 millones).
La
legislación, que ya había sido aprobada por la cámara baja, fue promovida por
la coalición de Gobierno y encabezada por los legisladores Carlos Heller y
Maximo Kirchner, hijo de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. La
iniciativa busca cerrar una brecha causada por una caída en los ingresos del
Gobierno debido al estricto confinamiento impuesto por las autoridades para
combatir la pandemia, que tuvo un éxito limitado.
Esta es una
contribución por una vez única, dijo el senador Carlos Caserio, miembro del
comité responsable del proyecto de ley, según un comunicado en el sitio web del
Senado. “Estamos saliendo de esta pandemia como los países salen de las guerras
mundiales, con miles de economías muertas y devastadas”.
La ley
apunta a gravar entre 1% y 3% de la riqueza de los contribuyentes, dijo
Caserio. Especifica un recargo de 50% al dinero depositado en el extranjero.
Más de 500 argentinos cambiaron su residencia fiscal al extranjero este año,
casi la mitad de ellos lo hicieron en Uruguay, que ha sido más efectivo en el
control de la pandemia de coronavirus. Los depósitos de no residentes en los
bancos uruguayos han aumentado en al menos US$500 millones desde que quedó
claro el año pasado que la coalición liderada por el presidente Alberto
Fernández tomaría el poder en Argentina.
El proyecto
aprobado pasó a revisión constitucional, pero faltan documentos desde el
Ministerio del Interior para avanzar, dicen los senadores autores.
Argentina está
clasificada en el penúltimo lugar entre 53 países en el Ranking de Resiliencia
al Covid de Bloomberg de los mejores lugares para estar durante la pandemia. En
un ranking de 120 países con los mayores brotes, Argentina ocupa el noveno
lugar en muertes per cápita por covid-19, el segundo peor resultado en América
Latina después de Perú. Su economía podría contraerse hasta 11,6% este año,
según economistas encuestados por Bloomberg.
En los
últimos 21 años, los argentinos han visto crecer sus ingresos a una quinta
parte del ritmo del resto del mundo, según el senador opositor Martín Lousteau.
“Para finales de este año tendremos los mismos ingresos que en 1973”, dijo,
según el sitio web del Senado.
En los
últimos años, Argentina ha pasado de ser una renegada de los mercados
emergentes a ser querida para luego volver a ser villana. En mayo, cayó en
default por US$65.000 millones de créditos extranjeros acumulados en una gran
ola de préstamos bajo el Gobierno del presidente Mauricio Macri. Ahora está en
conversaciones con el Fondo Monetario Internacional sobre la reestructuración
de otros US$44.000 millones en pasivos.
La brecha
entre el tipo de cambio oficial y el basado en el mercado se ha reducido desde
octubre, a medida que el Gobierno ha adoptado medidas más ortodoxas para
impulsar las exportaciones. La inflación aún está por encima del 35%, y los
esfuerzos del banco central para apuntalar la tasa oficial este año han visto
una disminución de las reservas internacionales.
Fuente: EL
ESPECTADOR