La joven venezolana
Dulce Alegría Pérez Rodríguez viajaba con sus dos niños -de 11 meses y 3 años-
y su esposo Noelvis Astudillo en la embarcación Mi Recuerdo.
Ellos fueron
algunas de las víctimas fatales que salieron desde Güiria, estado Sucre, en
Venezuela, el pasado 6 de diciembre de 2020; iban rumbo a Trinidad y Tobago.
“Doy fe de
que mis familiares entraron en Trinidad junto a sus dos hijos, uno de 3 años y
otro de 11 meses. Y fueron deportados por la Policía costera de Trinidad. Hoy
están enterrando a mis familiares”, dice una prima de la víctima.
En un nuevo
comunicado, el gobierno venezolano afirma que hallaron en el mar los cuerpos de
21 venezolanos, que iban a reencontrarse con sus familias en la época de
Navidad.
Según la
ministra del Parlamento Internacional para los derechos humanos de Canadá,
Karla Henríquez, quien investiga el caso, fueron dos las embarcaciones repletas
de venezolanos, Mi Refugio y Mi Recuerdo, y serían más de 50 las víctimas
fatales entre las cuales se cuentan al menos 25 niños.
"Estas
embarcaciones pisaron aguas trinitenses y una de ellas fue devuelta, expulsada,
de Trinidad y Tobago sin ningún tipo de registro por parte del gobierno de ese
país”, dijo Henríquez.
El Gobierno
de Trinidad y Tobago emitió un comunicado en el que niega que el 6 de diciembre
o fechas posteriores recibieran embarcaciones con venezolanos. Sin embargo,
este domingo. venezolanos en Trinidad exigían información sobre sus
connacionales que estaban en una de estas dos embarcaciones.
Abogados de
derechos humanos están investigando el caso porque muchas de las víctimas
estaban mutiladas.