Mateo Nemer Pérez, un boliviano de 12 años, vendió dibujos de personajes animados con la finalidad de poder pagar la nueva prótesis de cadera que requería su mamá, Edith Pérez.
Aunque Edith tiene un seguro médico subsidiado por el Estado este no le
cubría la operación, por eso requería conseguir el dinero. La meta de 50. 000
pesos bolivianos (23 millones de pesos) lograron acumularla en tres días con
las ventas y donaciones de los dibujos, y será operada en el Hospital Municipal
San Juan de Dios, de Santa Cruz (Bolivia), la próxima semana.
El estado de salud de Edith, de 34 años, se venía deteriorando desde los
últimos años y desde mayo usaba de un caminador ortopédico para poder
movilizarse. Por ello, solicitaba con urgencia un cambio de la prótesis que
tiene desde hace seis años y la cual, según denuncia, por negligencia médica le
ha traído mayores complicaciones físicas al punto de no poder caminar.
En un video, que se hizo viral superando los 2 millones de
reproducciones, Mateo ofrecía los dibujos de personajes animados a 10 pesos
bolivianos cada uno (5.000 pesos aproximadamente). Los dibujos son a blanco y
negro, en papel bond y enmarcados con cartulina y papel iris.
“Estoy ofreciendo mis dibujos para ayudar a mi mamá a operarse, mi papá murió y solo estamos mi abuela, mi tía y yo. Quiero ayudarla, ella está sufriendo, le duele su pierna y no puede caminar, necesita una prótesis de cadera”, decía Mateo en el video.
Edith está sin trabajo debido a su condición física y debe el alquiler
desde enero de este año. Recurrió a todas las ideas posibles para tener alguna
ganancia, incluso vender ropa usada, pero ninguna le sirvió. En medio del
desespero, su hijo le propuso empezar a vender los dibujos que tenía en su
cuaderno, hicieron el video y comenzaron las ventas y donaciones.
El mayor anhelo de la familia era poder disfrutar el cumpleaños de Mateo,
el próximo 10 de diciembre, sin la angustia de no tener como pagar la cirugía.
Y ese sueño lo lograron: “Él ahora sonríe y está muy feliz, lograremos pasar un
feliz cumpleaños. Tenemos una excelente relación. Soy su amiga y consejera y
por la situación en la que yo estoy me cuida mucho. Es un buen niño”, cuenta
Edith.
“Una amiga cercana de la familia apoyó la idea de mi hijo y nos ayudó a
replicarlo. Aprovechamos que estamos en cuarentena, que le gusta dibujar y
podíamos venderlos para tener una ayuda, pero nunca pensamos que iban a llegar
a tantas personas”, agrega. Los dibujos de Mateo han sido enviados a varias
ciudades de Bolivia, Estados Unidos, Europa y México, entre otros.
“Estoy muy agradecida con Dios y la gente que me apoyó. Ahora que tengo
el dinero me siento nerviosa, pero afortunada de lograrlo. Tengo las manos
puestas en Dios, espero recuperarme para poder trabajar y apoyar a mi hijo”,
cuenta Edith.
Fuente: EL TIEMPO