México, uno
de los países con mayor cantidad de decesos por COVID-19, enfrenta una crisis
por la alta demanda de oxígeno que ha llevado a un incremento de su precio. En
este contexto sorprendió la historia de Ana Paola Romero, de 16 años.
La
adolescente se cortó el cabello, que medía 73 centímetros desde la raíz, y lo
ofertó en las redes sociales para pagarle un tanque de oxígeno a su abuelo
Jesús, de 68, contagiado de coronavirus y en estado delicado por padecer de
diabetes.
“Hace siete
días comenzó un brote de coronavirus entre nueve de mis familiares, creo que el
primero que empezó con síntomas fue mi tío Rafael, le hicieron una prueba de
COVID-19 en su centro de trabajo y salió positivo”, contó Ana Paola.
La joven
también contrajo la COVID-19, incluso perdió el gusto y el olfato desde el 30
de diciembre pasado. Agobiada porque su familia había gastado 40.000 pesos
(unos 2.000 dólares) en medicamentos, optó por ofrecer su larga cabellera en
redes sociales.
“La
oxigenación de mi abuelo bajó a 40, los médicos nos habían advertido que no debía
bajar de 90, teníamos que conseguir oxígeno, veía a los adultos de mi familia
preocupados porque está caro, todos estaban juntando el dinero”, apuntó la
joven. “Yo prefiero perder mi cabello que perder a mi abuelito”.
Esta semana
el subsecretario de Salud de México, Hugo López-Gatell, reconoció el aumento en
el coste y lo calificó de “inmoral”, al tiempo que pidió a la ciudadanía
denunciar estos hechos a través del teléfono del consumidor.
“Esto es
inmoral, nos parece completamente abusivo y hemos detectado que se han
sobregirado precios por 10 o 20 veces el precio establecido, el precio
regular”, afirmó López-Gatell.
A pesar del
gesto de Romero, el dinero fue insuficiente. Logró vender su pelo a 2.500 pesos
(unos 126 dólares), pero un cilindro de oxígeno vale 5.700 pesos (unos 289
dólares) y dura solo un día.
Juntándolo
con el dinero de la familia pudieron comprar el cilindro del oxígeno, “pero en
menos de dos horas se fue porque se puso el fluido a la capacidad más alta para
que le subiera su saturación”, narró.
“Lo que
necesitamos con urgencia es conseguir un concentrador de oxígeno y un tanque
con mayor capacidad”, señaló Romero, quien ahora pide ayuda para conseguirlo.
Entretanto, su abuelo prefiere quedarse en casa para no estar solo y así
“luchar por su vida” al lado de su pareja, Santa Fuentes, infectada también de
coronavirus.
México es la
cuarta nación con más personas fallecidas por la COVID-19 con 129.987, de
acuerdo al sitio web de referencia en cuanto a estadísticas en tiempo real,
Worldometers. Además, suma 1 479 835 casos positivos.
Fuente: LA REPUBLICA