Al parecer se trata de una
bien organizada banda dedicada a engañar a las personas - en esta
oportunidad en la zona rural del Municipio de Pitalito- en la que se hacen
pasar como apicultores que venden el producto; compradores individuales que
simulan promocionarlo como la mejor calidad y otro que en este caso se hace
pasar por profesional de la salud - corroborando la eficacia de la supuesta
miel para así animar a la víctima a realizar el negocio de compra directamente
al supuesto apicultor y vendérselo a un ambicioso precio.
La estafa se presenta cuando
un hombre llega a una tienda ubicada sobre la vía nacional en límites entre
Pitalito y San Agustín y ofrece al tendero (un adulto mayor) algunas medias de
miel de abeja a un costo muy económico; el comerciante pensando en el negocio
accede y le compra tres medias del mencionado producto.
La estrategia de los
antisociales, es que luego una mujer llega a la tienda y le compra dos medias
de dicha miel; tres días después aparece un supuesto Cardiólogo que dice
pertenecer al Instituto Nacional de cardiología de Bogotá diciendo que una
sobrina le había enviado una miel de abeja que según sus estudios es
extraordinaria y le pide que venda toda la que tenga incluso a un precio mucho más
alto.
La hija de la víctima dijo que
su padre en razón de la oferta ambiciosa del presunto profesional de la salud,
contacta al supuesto apicultor y le compra 4 millones de pesos en miel y jalea
que se la entrega en dos Galones, recipientes que telefónica el comprador
aceptó y se comprometió recogerla.
El impostor que prometió la
millonaria compra, le sugirió que No fueran a manipular el producto e incluso
le colocaron un plástico debajo de las tapas en el que depositaron miel
original para hacer creer que realmente es genuina.
Ante las evasivas del
supuesto “Cardiólogo” que prometió comprar la Miel manifestando dificultades de
desplazamiento desde la ciudad de Bogotá y finalmente apagó su celular, los
afectados optaron por empezar entonces a vender el producto para recuperar la
inversión; pero la gran sorpresa es que al iniciar el proceso de envasado, se
dan cuenta que No es Miel¡¡¡ ES UNA EXTRAÑA MEZCLA al parecer a base de azúcar.
Como si fuera poco, con el
producto como evidencia se dirigieron a la fiscalía para colocar la denuncia y
nunca les atendieron. “esto es una burla, infortunadamente No hay una
atención”, expresa.