En el alto
de un cerro, a veinte minutos de la casa de campo familiar, Luis Ángel Vargas
Peña se enteró que había obtenido el puntaje perfecto en la prueba Saber 2020.
Al ver los
resultados su corazón empezó a latir más fuerte, quedó sorprendido y sólo la
brisa suave que corría por la montaña cubierta del verde de la vegetación logró
calmar la emoción que le embargaba.
Luis Ángel
estaba solo en el cerro, al que tardó unos 20 minutos en llegar caminado, el
lugar estratégico para poder tener acceso a internet, pues la casa familiar está
rodeada por árboles que impiden tener señal, en la vereda Santa Isabel,
inspección de Los Alpes, en Medina (Cundinamarca).
Luis Ángel
nació en Villavicencio y desde que tiene tres años su madre se lo llevó a vivir
a Los Alpes, por petición de su abuela y ante los desencuentros que sus padres
empezaron a tener. Tras el traslado a la finca familiar donde tienen reses,
cultivos de yuca y plátano, su papá no los acompañó.
En Medina
estudió en la escuela San Isabel, hasta quinto de primaria; luego en la
Institución Educativa Rural Los Alpes, hasta noveno, y finalmente en la
Institución Educativa Rural San Pedro de Guajaray, décimo.
Desde niño
combinaba sus compromisos escolares con las labores del campo, ayudando a
cambiar las vacas de potrero, a encerrarlas para el ordeño, a limpiar el galpón
de los pollos, así como a cultivar yuca y plátano.
El año
pasado decidió trasladarse donde los abuelos paternos a la vereda Las Leonas de
Puerto López (Meta), para poder estudiar en la Institución Educativa
Yaaliakeisy, ubicada en el kilómetro 76 de la vía que une a Puerto López con
Puerto Gaitán, en el resguardo indígena Umapo de la comunidad Achagua.
En la
institución Yaaliakeisy terminaron de estudiar, el año pasado, 670 estudiantes,
el 40 por ciento de ellos de la comunidad indígena, contó el licenciado Wilson
Vera, coordinador del colegio.
Luis Ángel
se trasladó por la falta de acceso a internet en Los Alpes y porque perdía
muchas clases cuando el río Borrachero se crecía porque no podían pasar la ruta
escolar que trasportaba a los estudiantes, que desde su casa tardaba una hora
en hacer el recorrido. Por fortuna el año pasado hicieron el puente y ya no hay
esa dificultad, contó.
El
licenciado Wilson Vera, coordinador institución de la Yaaliakeisy, recordó una
conversación que sostuvo con doña Miriam, la abuela, cuando estaba preocupada
porque el nieto, durante mucho tiempo, tuvo adicción al juego 'Free fire' en su
celular.
“Eso fue al
comienzo del año”, reconoce Luis Ángel, cuando el estudio era presencial, pero
después, con la pandemia, tocaba estudiar con el celular y ayudar a encerrar el
ganado y cultivar maíz, yuca, arroz, caucho, plátano, en un estilo de vida que
considera diferente en Puerto López, región de La Altillanura, al de Los Alpes,
en el Piedemonte.
¿Qué lo
motivó a estudiar para el Icfes? “Había un video en Youtube de Sebastián Bayona
Gravito, el mejor Icfes de 2018, que da unos consejos y algo me dijo 'estudie
para el Icfes' y empecé a ver unos videos de clases con Juan, un youtuber que
orienta sobre cómo prepararse para el examen del Estado”.
“A eso se
sumaron las ganas de sobresalir y ya no trabajaba tanto en la finca porque me
dediqué más estudiar, yo me la pasaba dándole y dándole”, reveló Luis Ángel,
que tiene 16 años.
El
coordinador institución de la Yaaliakeisy dice que el año pasado se graduaron
en ese colegio 44 bachilleres con un puntaje medio bajo.
Luis Ángel
dice que no se mandó tomar la foto de grado porque en ese momento no tenía
dinero “porque mi mamá no podía salir a Villavicencio a hacer el giro -de una
pensión que tienen por la muerte de su papá en 2017- por el virus pues ella le
daba miedo contagiar a mi abuelo y tampoco quería quedar debiendo”.
Y pese a que
nunca ha tenido un computador propio, Luis Ángel dice que quiere estudiar
ingeniería de sistemas en la Universidad de los Llanos (Unillanos), aun cuando
no se ha decidido completamente y pese a que aún no sale de la sorpresa de
haber obtenido el puntaje perfecto en el Icfes 2020.