El
hecho ocurrió cuando el médico que estaba de turno atendía a otro enfermo por
fuera del centro asistencial. Familiares de un paciente que murió esperando
atención en el hospital municipal de Piojó, Atlántico , destruyeron una oficina
y otras locaciones del centro asistencial en un acto de ira por el
fallecimiento de su ser querido.
El
hecho ocurrió el pasado domingo, 31 de enero, tras la muerte de Jairo Utria,
de 60 años, quien había llegado al hospital con un fuerte dolor en el pecho. Afirman
testigos que en el momento que llegó Utria, el médico de turno se encontraba
con otro paciente que había sido remitido al municipio de Baranoa.
En
Piojó solo hay dos médicos y tres enfermeras para la atención de 7.500
habitantes de esta población. Los familiares partieron vidrios y sillas del
centro médico. Uniformados de la Policía tuvieron que intervenir y controlar la
situación.