La joven madre identificada como Brittany Martie murió después de colgarse a una camioneta en la que su bebé de 10 meses era secuestrado por Eric Maes, el padre del niño, la mujer de 30 años, salió expulsada del carro cuando su expareja aceleró y las lesiones que sufrió fueron fatales.
La Policía en Arizona, Estados Unidos, emitió una alerta y el
carro en la que había sido secuestrado el bebé fue hallado a cuatro millas de
la tragedia. Poco después se notificó que el menor de edad fue abandonado a
once millas de donde fue secuestrado y se encontraba bien.
El padre fue capturado un día después y enfrenta cargos por
homicidio, asalto, robo y secuestro.
“Algún día voy a tener seis hijos y ese será mi trabajo, voy
a ser mamá y voy a ser una gran mamá”, le decía a una de sus sobrinas cuando
era niña.
Brittany deja un hijo de 10 meses, Abel, y Prudence, de 10
años, una de sus primas expresa “Literalmente luchó por ellos hasta la muerte”.
La familia de la víctima reveló que la joven tuvo muchos
problemas con su asesino, pero "ella le dio a este tipo tantas, tantas,
tantas oportunidades, más de las que merecía", según Trish Faras, hermana
de Brittany.