Adriano Sergio Gómez, dueño del local “Las
Arepas del Whatsapp”, contó la insólita historia de cómo convenció a un ladrón
de comerse una arepa y tomar jugo en vez de robarlo.
Según relata Gómez, el hecho se produjo cuando se encontraba
preparando el inventario de su local de arepas para atender a sus clientes. De
repente, un joven de unos 20 años aproximadamente, visiblemente alterado y
probablemente bajo los efectos de alguna sustancia psicoactiva, entró al local,
empuñó un arma y ordenó a los tres empleados que entregaran sus pertenencias.
Angustiado, Gómez afirmó que las arepas en el asador eran lo
único que tenía para darle. Y la conversación siguiente transcurrió de la siguiente
manera:
Gómez: Hermano, no me robe. Más bien venga,
se sienta se toma un guanabanazo y se come una arepa con mucho queso, ¿prefiere
el jugo en agua o en leche?
Joven: En leche
Ante esta respuesta, el dueño del local pudo respirar
tranquilo al sospechar que, tal vez, la leche le bajaría los efectos de lo que
habría consumido el joven. Posteriormente, el joven se calmó, se sentó en la
mesa y soltó el arma con la que, segundos antes, pretendía robarse lo producido
en el local.
Gómez atendió a este curioso cliente y le preguntó por su
vida, a lo que el joven explicó que su familia estaba pasando por un momento
económico muy difícil. Esta, según el dueño del local, probablemente sea la
razón por la cual intentó robarlo minutos antes.
Después de terminar el jugo y la arepa, el joven pagó
5.000 pesos y dejó otros 5.000 de propina por el servicio.
Fue así como la personalidad conciliadora de Gómez logró que
la situación, que inició como una posible tragedia, terminara en una valiosa
lección de empatía.
Tomado de: La W radio