Las autoridades colombianas acaban de confirmar la captura del Pablo Ardila, exgobernador de Cundinamarca, por al menos 5 delitos, en España.
Ardila
vive en ese país desde hace al menos diez años, después de haber estado en la
cárcel en Colombia por corrupción.
El
exgobernador estuvo privado de la libertad en Colombia desde el 27 de diciembre
de 2007 hasta el 10 de septiembre de 2010.
Su
captura se dio por enriquecimiento ilícito y corrupción mientras ejercía como
gobernador de Cundinamarca en el periodo 2004-2007. La Fiscalía sostenía que la
participación del exgobernador en la explotación de unas minas en el municipio
de Ricaurte Cundinamarca tuvo inconsistencias; además otras irregularidades por
un convenio que pactó durante su mandato con la Universidad de Cartagena para
diseñar unos sistemas de riego de agua en tres municipios del departamento, unas
licitaciones que abrió para sistematizar colegios de varios municipios y para
prestar el servicio de seguridad.
A
pesar de pagar su condena en Colombia y radicarse en España con su padre, Ardila
estaría inmerso nuevamente en la presunta comisión de al menos 5 delitos: trata
de seres humanos con fines de explotación laboral, abuso sexual, blanqueo de
capitales, delito contra hacienda pública, delito contra medio ambiente y
delito contra la seguridad vial.
Al
parecer, su empleada interpuso la acción, se rastreaban denuncias por trata de
seres humanos con fines de explotación laboral.
"Al
parecer, varios empleados que él había llevado desde Colombia, quienes
entregaron información a la Policía de Barcelona sobre presuntas
irregularidades".
Agregaron
que, el cargo de los delitos contra el medio ambiente puede estar relacionados
con la tenencia de los animales disecados y pieles que tenía en su casona en
Bogotá y que habría trasladado a España en donde le exigieron justificar su
tenencia.
El
entonces gobernador, tenía en diferentes espacios de su mansión en Bogotá, sillas
que mandó a hacer con patas de un elefante, cabezas de rinoceronte, una jirafa
y algunos otros animales que decía haber cazado él mismo.
"Dentro
de las diligencias que evidenciaban su actuar criminal fue necesario analizar
sus movimientos bancarios, los cuales no eran congruentes con la labor que
realizaba en Barcelona, teniendo en cuenta que el capturado poseía varios autos
de alta gama y una vivienda ostentosa, lo que llamó particularmente la atención
de las autoridades judiciales", señaló El director de la Policía, general
Jorge Luis Vargas.
La Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales del Cuerpo Nacional de Policía de España, de Barcelona, asumió la investigación. Ardila Sierra, está hoy privado de la libertad en una celda del centro penitenciario de Cataluña.