El
pasado sábado 15 de mayo se filtraron unas conversaciones de WhatsApp en las
que la médica Juliana Andrea Rojas, expresó que estaba dispuesta a ir a las
autodefensas para "acabar con unos mil indios".
La
denuncia fue publicada por Noticias Uno, quienes mostraron los pantallazos en
los cuales la doctora decía: “Dan ganas de que vengan las autodefensas y acaben
literalmente con unos 1.000 indios, así poquitos nada más para que entiendan. Yo
supiera dónde tengo que dar la plata para que esto pase, allá voy volando, si
alguien sabe me avisa”.
Ante
la noticia, la Clínica Imbanaco en Cali, donde trabajaba la doctora, anunció
que fue removida de su cargo tras conocerse lo sucedido; a su vez, la Clínica
manifestó que rechazaba cualquier forma de discriminación y violencia dentro de
su institución.
“Después
de un análisis responsable de los hechos, el Comité de Ética de la Institución
ha tomado la decisión de finalizar de manera unilateral el contrato que media
la relación con una médica adscrita, toda vez que no representa los valores y
el actuar de nuestra organización”, escribió la entidad en un comunicado.
Junto
a ello, el noticiero se comunicó con la doctora para conocer su versión de los
hechos y ella respondió lo siguiente a través de un comunicado: “Quiero
presentar mis más sinceras disculpas a la comunidad indígena y a todas aquellas
personas que se hayan sentido justificadamente ofendidas con las expresiones
totalmente equivocadas que utilicé en un chat privado y que se filtraron”.
Igualmente,
reportó que la filtración de su nombre, teléfono e imagen difundida en redes
sociales ha generado amenazas directas y serias contra ella. “Temo por mi vida
y la seguridad de mi familia, especialmente por la de mis pequeños hijos”, expresó
la médica.
De esta manera, la doctora reafirmó que lamentaba haberse dejado permear por el “contexto de terror” que se ha dado en Cali, producto del paro nacional.
Este
mensaje ha causado indignación, repudio y rechazo por parte de toda la
comunidad. Más teniendo en cuenta la situación actual de Cali, donde hace algunos
días se registraron ataques hacia la Minga Indígena.