La presencia en Barranquilla del alcalde de Medellín Daniel
Quintero desató una tormenta política en el departamento de Antioquia y sus
detractores han cuestionado la incoherencia por el discurso que venía manejando
alrededor de la celebración de un evento como la Copa América que no se pudo
programar en Colombia “por el tercer pico alto de la pandemia”.
En fotografías que circulan por redes sociales, a Quintero se
le ve en la gradería y en el acceso a la tribuna occidental del Metropolitano.
El alcalde de Medellín asistió al partido entre Colombia y
Argentina, pese a haber sido crítico hace apenas 20 días de la celebración de
eventos deportivos en medio de la pandemia.
“Ningún país de América Latina debería aceptar la Copa
América en medio de las circunstancias de la región. La Conmebol ha sido
arrogante”, trinó el mandatario el pasado 21 de mayo y apenas unos días después
se le vio en el Roberto Meléndez que tuvo un aforo del 25 por ciento del
público.
¿Reunión de Asocapitales?
En medio de la polémica, en la alcaldía de Medellín se
confirmó la presencia de Quintero en la capital del Atlántico, y se le
justifica porque habría asistido a una supuesta reunión de Asocapitales,
organización que agrupa a los alcaldes de 35 ciudades del país.
Esta justificación también es cuestionada pues en época de
virtualidad en la que hasta eventos mundiales no son presenciales, el alcalde
de Medellín y otros mandatarios, como el de Montería, Carlos Ordosgoitia,
presidente de Asocapitales, “se hayan sacrificado” para asistir presencialmente
a una reunión en Barranquilla, y de paso ver el partido en el Metropolitano.
Otro punto en controversia es que si en efecto, el alcalde llegó a Barranquilla a una reunión de Asocapitales, sus viáticos corrieron por cuenta de la alcaldía de la capital antioqueña. También se conoció el pago de “avances y viáticos y tiquetes” emitido en favor del alcalde Daniel Quintero Calle por valor de $3.211.216.
Cabe anotar que sobre la referida convocatoria de
Asocapitales no se publicitó en sus redes sociales nada de dicha reunión ni
antes ni el día en que supuestamente se iba a realizar.
Finalmente se conoció que en efecto sí existía la
convocatoria, pero que finalmente no se celebró.