Tras siete años después, el Tribunal Administrativo del
Magdalena condenó a la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia a pagar una
indemnización por más de 25.000 millones de pesos a los familiares de los 33
niños que murieron quemados en un bus de servicio público, el 18 de mayo del
2014 en Fundación, Magdalena.
Según la sentencia, “se comprobó que la buseta incendiada fue
contratada por un miembro de la iglesia Pentecostal Unida de Colombia para
llevar a los niños a sus casas después de haber asistido a unas clases de
escuela dominical, no obstante, a que el mencionado rodante no contaba con el
seguro obligatorio, carecía de la revisión técnico mecánica y tenía la tarjeta
de operaciones cancelada por parte de la empresa transportadora a la cual
estuvo vinculada antes de ocurrido el siniestro”.
La sentencia recordó que el líder espiritual, Manuel Salvador
Ibarra reconoció que existió manipulación de gasolina dentro del vehículo y al
darle arranque al mismo se produjo la explosión.
La indemnización deberá ser depositada al fondo para la
Protección de los Derechos Colectivos con el fin de pagarles a los integrantes
de los grupos de familias que sufrieron perjuicios morales y materiales.