Unos días antes de cumplir 18 años, una joven recibió de su
padre una contribución insólita: 80.000 monedas de un centavo que el hombre
arrojó en el jardín de la casa como pago de la última cuota de manutención.
La reacción de la adolescente, quien reside en la ciudad de
Richmond en Estados Unidos, se viralizó de manera inmediata porque sorprendió a
los usuarios de las redes sociales con el destino al que donó todo su dinero.
Avery Sanford, que además acababa de cumplir años, estaba a
punto de graduarse de la escuela secundaria, vio a través de la ventana de su
casa cómo su padre arrojaba las monedas, que había llevado en un remolque,
sobre el césped de la propiedad.
Según informó informa WTVR, Sanford y su madre decidieron
donar los 800 dólares a Safe Harbor, una fundación que apoya a las personas que
están experimentando o que han experimentado abuso doméstico y violencia sexual.
“Mi mamá salió y le peguntó: ‘¿Qué estás tirando en mi
jardín?’. Ella no supo quién era hasta que mi papá gritó: ‘Es el pago final de
la manutención de tu hija’”, contó Sanford.
En las imágenes, grabadas por las cámaras de seguridad de la
casa, se puede observar el accionar del hombre que descarga las monedas del
remolque y las tira delante del jardín de la vivienda. Más tarde, el video fue
publicado en las redes sociales y se viralizó de forma inmediata.
Según la joven, la intención de su progenitor no era solo
avergonzar a su madre sino a ella. “Es realmente hiriente y dañino cuando hace
cosas así. No importa si son jóvenes o adultos, las acciones de los padres
siempre tendrán algún efecto sobre sus hijos”, señaló Sanford.
Sin embargo, la adolescente y su mamá decidieron transformar
la agresiva situación en un acto de beneficencia. Luego de recoger las 80.000
de monedas con ayuda de sus vecinos, donaron el dinero a la caridad.
Entrevistado por un reportero de WTVR, el padre de la joven
comentó que dejó que sus emociones se apoderaran de él después de tantos años
de frustración por la custodia y manutención de su hija. Y aseguró que lo
último que quería hacer con su insólito accionar era poner más distancia entre
él y su hija.