Tras varios intentos en el Congreso, este jueves el
presidente Iván Duque sancionó la ley de comida chatarra que exige que los
productos ultra procesados tengan un etiquetado frontal de advertencia para
identificar los excesos de azúcar, grasas y sodio.
Así las cosas, este proyecto obliga a los fabricantes de
alimentos procesados dar una información clara y sencilla a los consumidores
sobre el alto porcentaje de dichos ingredientes. No obstante, según indicó
Mauricio Toro, congresista del Partido Verde, “el etiquetado no prohibirá la
venta y comercialización de ningún producto, lo que garantiza es el derecho a
la información”.
“Esta ley es un triunfo para las organizaciones ciudadanas
que desde hace seis años han promovido este tipo de normas que buscan proteger
los derechos a la salud y a la información de todos los colombianos”, dijo Toro
a través de su cuenta de Twitter.
Además, el congresista, uno de los coautores de la ley,
advirtió que el Gobierno Nacional tendrá un año para ajustar la actual
resolución de etiquetado frontal y en la elaboración del diseño.
“Hay consenso a nivel regional y global de que el etiquetado
debe ser frontal, hexagonal, y sin dibujos o mensajes que puedan hacer incurrir
en confusión al ciudadano”, sostuvo.
¿Qué otros aspectos implicará la ley?
Con la vigencia de la ley de comida chatarra, la Comisión de
Regulación de Comunicaciones deberá autorizar espacios institucionales en los
canales de televisión abierta para promover hábitos alimenticios saludables.
Por su parte, el Invima se encargará de controlar que la
información de cada producto sea verídica y corresponda al contenido real de
los alimentos.