Cuatro policías señalados de violar y asesinar a un joven en Mérida, estado de Yucatán, al sureste de México, fueron detenidos, según informó el gobernador del estado, Mauricio Vila.
"Les
informo que los policías municipales presuntos responsables de este crimen ya
fueron capturados y aplicaremos la ley hasta las últimas consecuencias",
afirmó el mandatario en su cuenta oficial de Twitter.
El
funcionario dijo unirse a la pena de la familia y reiteró su apoyo a través de
la Comisión Estatal de Atención a Víctimas y la Fiscalía estatal, que ya se
encuentra investigando el caso, porque en el estado "no hay espacio para
la impunidad y hará justicia con todo el peso de la ley".
De acuerdo
con reportes de medios locales, José Eduardo Ravelo, un joven de 23 años, murió
luego de haber sido detenido, golpeado y abusado sexualmente por policías
municipales mientras caminaba por un parque de la ciudad de Mérida solo porque
les resultó sospechoso.
Según contó
María Ravelo Echeverría, madre del joven originario de Veracruz, él había ido a
la ciudad yucateca en busca de trabajo. El 22 de julio, detuvieron a José
Eduardo y lo subieron a una patrulla donde lo golpearon y violaron.
Luego lo
trasladaron a la Fiscalía y allí, según lo relatado por la madre, volvieron a
abusar del joven y lo torturaron.
Mientras
rendía su declaración, José Eduardo comenzó a sentirse mal, por lo que fue
revisado y el médico constató que había sido abusado sexualmente y golpeado, lo
que le dejó un pulmón perforado y daño cerebral que requirió traslado a un
hospital.
Ya en el
nosocomio, los doctores dijeron que el joven era sospechoso de COVID-19, por lo
que lo trasladaron al área de coronavirus donde finalmente murió el pasado 3 de
agosto.
Tras la
muerte de su hijo, la madre interpuso una denuncia en contra de los policías
señalados de violar y asesinar a un joven; además, pidió ayuda para poder
trasladar el cuerpo a Veracruz, donde reside la familia y donde le dieron
sepultura.
Este caso se
suma a otros de abuso policial en México como el de Ayotzinapa, Guerrero
(septiembre de 2014), Tanhuato, Michoacán (mayo de 2015); Nochixtlán, Oaxaca
(junio del 2016); y entre los más recientes la muerte de Giovanni López en
Jalisco en 2020 y de Victoria Salazar, en Quintana Roo en marzo pasado.