La recaptura de Carolina Galván, mamá de Sara Sofía Galván; y su compañero, Nilson Díaz, se llevó a cabo en la madrugada de este domingo por ser los presuntos responsables de la desaparición en el mes de enero de la niña.
Según
información conocida por este diario Nilson Bladimir Díaz Valenzuela fue
notificado de su captura justo cuando se encontraba a las afueras de la cárcel
La Picota después de que un juez lo dejara en libertad.
Por su
parte, la madre de la menor desaparecida, también fue notificada momentos
después de
salir de la cárcel El Buen Pastor cuando se encontraba en la calle
80 con carrera 58.
Ambas
capturas fueron realizadas por unidades adscritas a la Sijín con el apoyo del
Gaula.
El viernes
pasado cuando todo el país pensaba que se iba a comenzar a despejar el misterio
tras la desaparición de la bebé Sara Sofía Galván –quien fue reportada como tal
en enero de este año–, este caso dio un giro inesperado: la jueza segunda
especializada de Bogotá decretó la nulidad del proceso y dejó en libertad a
Carolina Galván y a Nilson Díaz, hecho que no solo rechazó la sociedad sino el propio
fiscal Francisco Barbosa.
Estas dos
personas, la madre de la bebé y quien fuera su pareja cuando ocurrieron los
hechos, confesaron que luego de que la niña perdió la vida tras haber sido
alimentada, consiguieron una caja y una bolsa y lanzaron su cuerpo a las aguas
del río Tunjuelito.
Pese a esto,
en la audiencia se explicó que lo que motivó la decisión fueron los errores en
la imputación de cargos realizada por la Fiscalía General de la Nación y que
los hechos jurídicamente relevantes no estaban asociados con las pruebas
presentadas. Por eso se ordenó ‘libertad inmediata’ para los procesados, es
decir, prácticamente todo comienza de ceros, es como si el caso hubiera quedado
en el limbo.
El fiscal
general, Francisco Barbosa, aseguró que no hubo error del ente acusador y que
la decisión de la jueza afecta la administración de justicia y los derechos de
las víctimas.
Por su parte
el jefe del ente acusador señaló que la Fiscalía tiene abundante material
probatorio e incluso dos confesiones para asegurar la condena de los dos
procesados y que se seguirá avanzando con miras a buscar una sentencia
condenatoria. Indicó que se compulsarán copias para que la Comisión Nacional de
Disciplina Judicial investigue a la jueza del caso. Agregó que se avanza en la
petición de nuevas órdenes de captura de los dos vinculados al proceso.
Barbosa
enfatizó que no habrá impunidad y que la Fiscalía insistirá en la
judicialización y condena de las personas vinculadas a la investigación. En
este caso, el ente acusó a estas dos personas por el delito de desaparición
forzada agravada, pero la jueza del caso determinó que había vacíos en la
investigación y en la forma de presentar los hechos jurídicamente relevantes.
Los
familiares de las víctimas solo piden que se haga justicia. “Quedamos en las
mismas. No sabemos en qué terminó la investigación ni si continuó o no la
búsqueda de la niña. Queremos que los culpables paguen por lo que pasó. Ya es
hora de saber qué pasó: si la regalaron o la vendieron. Creo que todo lo han
hecho mal en esta investigación”, dijo Xiomara Galván, tía de la niña.
Hasta la
semana pasada, Carolina Galván se encontraba en la cárcel El Buen Pastor y
Nilson Díaz, en el centro penitenciario La Picota, en el patio 6. Durante la
audiencia, el representante de la Fiscalía seguía defendiendo el escrito de
acusación. “La hipótesis que ha cogido más fuerza es que la niña falleció y el
cuerpo sin vida, luego de ser envuelto en una manta azul, se introdujo en un
costal de fibra color blanco, el cual es amarrado con un cordón de zapato color
café y puesto a la orilla del caño del río Tunjuelito por Nilson, compañero
sentimental de Carolina (...) A pesar de la búsqueda, a la fecha no se ha
ubicado el cuerpo”, se lee en el escrito, pero, no obstante esta claridad, la
forma en que se presentó la imputación no fue la correcta y generó confusiones,
explicó la jueza.
La defensa
de los acusados solicitó a las autoridades anular el proceso en su contra, pues
la acusación habría carecido de datos precisos debido a la carencia de pruebas
y detalles exactos sobre lo que ocurrió con la niña, que no ha sido encontrada,
ni en el río ni en ningún otro lugar, así como datos confusos que vulneran el
debido proceso. Es decir, la Fiscalía no habría encontrado hechos jurídicamente
relevantes.
Según Simón
Moratto, abogado de las víctimas, si bien es cierto que desde lo técnico se
pueden hacer algunas críticas a la imputación, no es menos cierto que en esta
se les comunica a los indiciados de manera clara y concreta por qué se les
procesaba y por qué se les privaba de la libertad.
Fuente: EL
TIEMPO