Se trata de
la Institución Educativa Gimnasio Colina Campestre, ubicada en la vereda Higuerón, donde tres familias laboyanas se unieron para crear un espacio escolar amigable
con el medio ambiente, aprovechando que el terreno de cuatro hectáreas es rodeado por cafetales y guaduales.
En total se
utilizaron 45 toneladas de basura plástica, para la construcción de 10 aulas
escolares de un piso, que fueron diseñadas de forma octagonal, para permitir
que los estudiantes tengan más participación y aprovechen mejor el espacio.
Las aulas
creadas con ladrillo reciclado, además de la durabilidad y resistencia,
permiten un lugar fresco, iluminado y ventilado, contribuyendo al cuidado
sanitario de los menores y docentes.
La
institución además cuenta con juegos infantiles fabricados con llantas y
materiales reciclados y está enfocada a incentivar en los niños la cultura
ambiental, con el desarrollo de huertas y actividades que ayudan a preservar la
naturaleza.
Actualmente el establecimiento ofrece educación preescolar y primaria, donde junto a sus 107 estudiantes estás reciclando plásticos diariamente, para construcción de otras aulas dispuestas para los grados de bachillerato.
Por otro lado, los directivos aseguraron que construir con ladrillos reciclados es más económico que los métodos convencionales, ya que permite reducir la mano de obra y la materia prima es adquirida por ellos mismo.