Un hombre, de 25 años, murió cuando se encontraba robando un
elemento de un carro BMW. El gato que sostenía al auto no soportó el peso y
provocó que este colapsara.
Daniel Stephens falleció hacia las 6 de la mañana del pasado
12 de agosto. Sin embargo, hasta estos días su caso se dio a conocer después de
practicarle los exámenes forenses.
El propietario, identificado como Russell Seldon, había
dejado su carro en un parqueadero y se dispuso a retirarlo.
“Vi un par de piernas que sobresalían de debajo del carro,
con pantalones y zapatillas de color oscuro. Grité y jalé la pierna de la
persona para ver si estaba bien, pero no respondió”, comentó Seldon al medio
‘Daily Mail’.
Al notar que no respondía a sus llamados, Seldon se comunicó
con una ambulancia. Las autoridades llegaron al lugar y encontraron el cuerpo
del hombre “frío y rígido con el pecho aplastado”, mencionaron.
Además, junto al hombre reposaban una linterna y el gato con
los cuales intentaba cometer el hurto.
Debido a las lesiones, tuvo que ser identificado mediante las
huellas dactilares y tatuajes.
Daniel vivía con su amigo Aron Godfrey, quien dijo en las
investigaciones judiciales que él le había hablado sobre su intención de robar
el catalizador del BMW. También, le había comentado dónde dejaban el vehículo
parqueado.
“Él sabía que valdría alrededor de £500 (2.5 millones de
pesos colombianos), pero le dije que no hiciera nada estúpido ni robara nada”,
sostuvo Godfrey.
No obstante, Godfrey se alertó cuando escuchó que su amigo
salió de la casa en horas de la madrugada. Como vio que no llegaba pronto, se
dirigió al parqueadero que le mencionó Daniel. Allí encontró todo el despliegue
de las autoridades realizando el levantamiento del cadáver.
Al parecer, el hombre quería obtener dinero con la venta del
catalizador para invertirlo en asuntos judiciales. Daniel adelantaba un proceso
para tener más acceso a sus hijos, de acuerdo con información de la ‘BBC’.