Un enfermero de Estados Unidos fue condenado a pena de muerte. Las autoridades lo encontraron responsable de inyectar aire a cuatro pacientes en sus arterias.
Según las investigaciones, el hombre se ocultaba de noche para ingresar a
las habitaciones y realizar su cometido sin que el personal médico lo notara.
¿Cómo actuaba el enfermero?
William George Davis, de 37 años, afectó a John Lafferty, Ronald Clark,
Christopher Greenway y Joseph Kalina. Estas personas se habían sometido a una
cirugía cardiaca en el Christus Trinity Mother Frances Hospital en Tyler,
Texas, entre 2017 y 2018, de acuerdo con la cadena ‘CBS’.
El enfermero Davis trabajó en dicha institución por cinco años. Además,
hizo el turno nocturno y aprovechaba la noche para inyectarles aire a las
personas.
“Un hospital es el lugar perfecto para que un asesino en serie se
esconda”, dijo el fiscal de distrito del condado de Smith, Jacob Putnam, citado
por la agencia ‘Associated Press’.
El hombre fue captado por algunas cámaras de seguridad del hospital
entrando a las habitaciones. Se calculan siete personas que habrían sido sus
víctimas; cuatro de ellas murieron.
Por ejemplo, Christopher Greenway, de 47 años, había salido de su cirugía
y debía ser trasladado al piso de Davis para recuperarse con satisfacción.
Hacia las tres de la mañana del 4 de agosto de 2017, otra enfermera se dio
cuenta de que el paciente estaba en crisis. Se le diagnosticó muerte cerebral y
falleció a los dos días después, como reseñó el diario ‘The Washington Post’.
Juicio contra el enfermero
Ante los casos y las muertes, el personal del hospital, en febrero de
2018, decidió denunciar al sujeto. También lo despidieron.
Para abril de ese año, Davis fue detenido y debía pagar una fianza de más
de 8 millones de dólares, de acuerdo con el medio local ‘The Morning
Telegraph’, para recobrar su libertad. No obstante, el juicio inició y él
siguió capturado.
En las audiencias, el enfermo no aceptó los cargos y desistió de ir al
estrado para testificar.
El abogado de Davis, por su parte, sostuvo que su cliente estaba “en el
lugar y momento equivocado (…) Esas cuatro personas murieron en el hospital. No
sé si hay alguna evidencia que demuestre que fue un juego sucio”, afirmó,
citado por la cadena de noticias ‘CBS’.
En cambio, el fiscal Putnam presentó las pruebas en su contra y aseveró que
Davis “no tiene razones para actuar así, lo hace porque le gusta”.
El juicio contó con el testimonio de otros médicos y expertos, quienes
dijeron que la inyección de aire les causó a las víctimas lesiones cerebrales
y, finalmente, la muerte. De hecho, el Dr. William Yarbrough, neumólogo del
área de Dallas y profesor de medicina interna, comentó que era una situación
que nunca había visto en su trayectoria.
“Se merece la pena de muerte y la ley apoya la pena de muerte”, enfatizó
el fiscal.
El juez lo declaró culpable y se está a la espera de la fecha de su
ejecución.
Fuente: EL TIEMPO