Después de cuatro meses de angustia, el deseo de seis pequeños hermanos que quedaron desamparados por sus padres biológicos es una realidad.
Los menores (un varón de 12 años, una niña de 11, dos
gemelos de 10, un niño de 9 y una pequeña de 7) recibieron una noticia
esperada: una familia decidió adoptarlos a todos.
El caso de los infantes, oriundos de Salta, en
Argentina, se había dado a conocer en julio gracias a un artículo del diario
‘Clarín’ en el que se informaba de su voluntad de mantenerse juntos a pesar de
no poder hacerlo con sus progenitores naturales.
Para la fecha, ninguna familia se había interesado en
adoptarlos a los seis al mismo tiempo.
Ahora, según le dijo el Gobierno de esa ciudad de la
provincia de Buenos Aires al periódico en mención, más de 100 parejas
expresaron su intención de hacerse cargo de los hermanos.
Tras un detallado proceso de entrevistas y reuniones
con trabajadores sociales, una pareja de dos hombres, de 51 años, fue la
seleccionada para ser la responsable de los menores.
El caso de los pequeños, cuyos nombres se desconocen
por cuestión de privacidad, comenzó en 2018 cuando el Estado argentino tuvo que
intervenir en su hogar por una “situación de riesgo”.
Luego se intentaron múltiples formas para que ellos
permanecieran con sus padres biológicos, sin embargo, la falta de garantías
para su desarrollo óptimo impidió que la causa terminara en buen puerto.
En 2019 entraron en el sistema de protección municipal
y en 2020 fue emitida su declaración de adoptabilidad.
Desde entonces, ante su deseo de ser adoptados en
grupo, la entidad encargada en Salta los ubicó en un mismo hogar para que
pudieran mantener su convivencia tradicional.
La idea de los pequeños era preservar su unión por
sobre todas las cosas.
Este año, gracias al artículo periodístico que trató
su caso, su ‘nueva familia’ es una realidad.
Un primer encuentro inolvidable
Como su convocatoria de adopción era de nivel
nacional, Matías Palomo, el psicólogo encargado, les llevó un mapa de Argentina
para que se hicieran una idea gráfica de las decenas de opciones.
Eso, por lo que dijo el profesional, fortaleció su
esperanza:
“Los chicos planteaban la fantasía de que si fuera una
provincia del sur podrían esquiar; si era cerca de la costa, podrían conocer el
mar; imaginaban distintos escenarios. Ellos necesitan poder anticipar lo que va
a ir sucediendo para pensarse en distintos escenarios”, le contó a ‘Clarín’.
Estaban muy demandantes, todos hablaban al mismo
tiempo y les hacían miles de preguntas
De hecho, al contarle la noticia de que la pareja
escogida por la jueza de su caso vive en Córdoba, uno de ellos preguntó con
inocencia: “¿Qué idioma hablan ahí?”.
Este fin de semana, sus padres adoptivos compartieron
con ellos en un primer acercamiento.
Esos pocos días, según el psicólogo, parecieron ser
suficientes para cosechar la semilla de una nueva y próspera vida.
“Cuando tuvieron que despedirse del matrimonio
transitaron un momento de gran angustia, porque tienen la idea de que los
adultos aparecen y desaparecen. Y se sintieron muy bien cuando el lunes
comenzaron a recibir videollamadas de ellos”, afirmó.
Parece que los seis pequeños, después de las
adversidades, tienen un hogar estable. Ojalá para siempre.
Fuente: El Tiempo