Usando como excusa los riesgos de contagio de Covid 19, el concejal de Neiva Jesús Garzón Rojas completó 19 meses sin asistir a sesionar de manera presencial. Tan solo en el año 2021 se ganó 84 millones 506 mil pesos por concepto de honorarios por sesiones a las que no asistió. Únicamente se registran un par de visitas al recinto a entregar condecoraciones y a la sesión en la que le hizo el “mandado” a la Administración Municipal para ayudar a hundir el proyecto de presupuesto de la vigencia 2022 y poder sacarlo por Decreto. Igual situación se presenta con el concejal Humberto Vargas Duran.
Sus excusas para no asistir por miedo a un contagio serían
válidas si fueran sinceras, sin embargo, este es otro de los engaños hacia los
Neivanos; una vez terminada cada sesión del Concejo, el par de veteranos
políticos se desconectan de la virtualidad y arrancan para la calle; ya es
común verlos en las instalaciones del Concejo usando las oficinas para atender
público y en el caso del concejal Garzón, registra uno de los mayores números
de visitas a la Alcaldía durante este año. Así mismo, tiene como lugar
predilecto de reuniones la cafetería del centro comercial San Juan Plaza o
restaurantes donde cita a sus amigos y colegas. También asistió muy juicioso al
evento de inscripción de candidatos a la Cámara de Representantes del partido
Conservador realizado esta semana. Generalmente no se pierden ninguna actividad
o evento público, pero apenas se va a dar inicio a la sesión del Concejo, les
vuelven los miedos de contagio y retornan a la virtualidad. Extrañamente se
cuidan de no ir a las sesiones pero se la pasan metidos en algunos de los
lugares con mayor afluencia de público de la ciudad, y que por consecuencia, es
donde tendrían mayor riesgo de contraer el virus.
A los experimentados cabildantes no les valió que el Gobierno
Nacional haya decretado el retorno de todos los funcionarios y servidores
públicos a sus puestos de trabajo, ni que se haya aprobado el aforo del cien
por ciento o que tengan ya el esquema completo de vacunación; su interés es
seguir manipulando desde sus casas, y a fe que lo han logrado, pues hasta allá
tuvieron que ir incluso Victoria Castro, Deiby Martínez y Camilo Perdomo a
“cuadrar la bendición” que les permitiera ser elegidos presidentes del Concejo.
Tomado de: La nación