Los vecinos alertaron a la policía e intentaron ayudar a la
mujer, pero ella se ha negado, además de que no entiende el español ya que
habla la lengua aimara.
La abuelita comenta que su hijo es un taxista llamado Edgar
Mendoza, quien le prometió que volvería por ella. Los vecinos del lugar le han
llevado comida y cobijas para hacer más amena su espera.
Un reportero del medio local Unitel logró hablar dicha lengua
para convencer a la ancianita de llevarla a un lugar mejor: “Estoy aquí
esperando a mi hijo y no me voy a mover. No me voy a ir, porque mi hijo vendrá
a recogerme. Agradezco a Dios, porque en este lugar he dormido muy bien”.
Las autoridades de La Paz confirmaron que la mujer tendrá que
ser trasladada a una casa hogar. “Nosotros hacemos el llamado a sus familiares
o a alguien que la reconozca para que venga a este lugar. Ella no quiere
retirarse si no viene su hijo, tiene un poco de desconfianza y seguiremos
tratando de convencerla para ir a una casa hogar”.