Ada tuvo 4 hijos y el mayor de ellos es Tom, quien nunca se
casó, no tuvo hijos y vivió toda la vida con su madre, debido a algunas
complicaciones de salud tuvo que ser ingresado a un lugar donde pudiera tener
un cuidado personalizado.
Su madre tomó la
decisión de mudarse al asilo para colaborar con el cuidado de su hijo,
ayudarlo, acompañarlo y compartir con él por el resto de sus vidas.
La conexión y el amor de madre e hijo es tan grande que con
sus actos Ada le demuestra todos los días a Tom la lealtad y el compromiso que
los une. Ven televisión juntos, desayunan, juegan en la sala, se dan las buenas
noches, y así día a día desarrollan la misma rutina juntos.
Tom fue pintor y decorador en una empresa de construcción, y
además fue enfermero en el hospital de la localidad Mill Road.
Los empleados del asilo han expresado la emoción que les
transmite ver la situación de Ada y Tom y trabajan todos los días por brindar
el mejor servicio a sus pacientes.
Otros integrantes de la familia los visitan constantemente y
se alegran de ver lo felices y sanos que viven los dos adultos mayores juntos.