La familia evidenció que su hijo de cuatro años tendría un
problema de salud y recurrieron al hospital, en este le realizaron un par de
exámenes. Con estos se concluyó que el joven tenía una hernia. La doctora que
llevaba el caso determinó que era necesario realizarle una cirugía al menor
para evitar que la hernia afectará más su salud.
No obstante, durante el procedimiento al joven lo operaron de
la hernia y a su vez le retiraron unos conductos de su aparato reproductor. En consecuencia,
la vida reproductiva del menor se vería afectada, ya que esos conductos
permiten el paso de los espermatozoides para que pueda darse la reproducción.
Tras el procedimiento, las muestras de lo que se le retiró al
menor demostró que se le realizó una vasectomía involuntaria. Con esto los
padres decidieron demandar a la doctora y al hospital por los daños que podrían
afectar al menor en su vida adulta.