La víctima mortal fue identificada como Andressa Souza. Se
conoció que ella asistió a un lugar para que le hicieran la perforación que
acabó con su vida.
Días después, según relató su mamá, empezó a sentir dolores
de cabeza, fiebre, malestares generales y la boca empezó a hincharse.
“Pensamos que era dengue, porque hubo un brote aquí en la
ciudad”, indicó la progenitora.
Pero lamentablemente la premonición de la mujer era errada. Tras
llevarla a un centro asistencial, los médicos le practicaron una resonancia
magnética y aseguraron que la joven había contraído una agresiva infección que
ingresó por el torrente sanguíneo y comprometió el 37% del cerebro.
Pese a que los galenos realizaron diferentes procedimientos,
no pudieron salvar la vida de la joven, que permaneció varios días intubada en
una UCI.
Luego del fallecimiento, su mamá manifestó dudas sobre el
establecimiento que abrió el piercing: "Ella no me mencionó nada sobre si
la persona era profesional". Andressa Souza estaba casada y dejó huérfano
a un menor de 3 años. Este hecho lamentable sucedió en Brasil.