“Te vas a morir machorra”, “Te voy a quemar viva”. Las pintas con aerosol negro sobre las paredes de su departamento eran una marca indeleble de que las amenazas contra Luz Raquel Padilla Gutiérrez eran un asunto serio.
En mayo pasado, ella tomó las fotografías de la evidencia, presentó la denuncia ante la Fiscalía. Hoy está muerta. Falleció este martes en Guadalajara - México después de que el sábado un grupo de personas le rociara con dos galones de alcohol y le prendiera fuego en la colonia Arcos del municipio de Zapopan, en el Estado de Jalisco. Luz, de 35 años, sufrió quemaduras en el 90% de su cuerpo y pese a los esfuerzos de los doctores por salvarla ha muerto tres días después del ataque.
La Fiscalía de Jalisco - México informó que investiga el caso bajo el protocolo de feminicidio la muerte de Padilla Gutiérrez. Las autoridades reconocen que la víctima contaba con una denuncia previa por el delito de amenazas contra su vecino por problemas con la convivencia, por la que se inició una carpeta de investigación, sin embargo, de acuerdo con los primeros datos obtenidos, “no se cuenta con información que posicione a esa persona en el lugar que ocurrieron los hechos”, refiere el Ministerio Público en un comunicado.
El fiscal del Estado, ha dado a conocer que se tiene a uno de los vecinos presentando su declaración en calidad de testigo y no se identifica como agresor directo porque no se encontraba en el sitio de los hechos en el momento de la agresión. “Lo tenemos a disposición, la pretensión es que declare, que nos dé testimonio respecto de los hechos y seguir trabajando esa carpeta”, declaró. El funcionario detalló que en este momento están tratando de obtener videos y recabando testimonios de las distintas versiones del ataque. Sobre el hijo de la víctima, el fiscal ha asegurado que el menor de 11 años está bajo resguardo de su abuela y de su tía.
El ataque, el pasado sábado por la noche en un jardín, a la vista de todos, fue el colofón de una serie de agresiones que la víctima venía denunciando tanto en los pasillos de los ministerios públicos como en sus redes sociales. Nadie hizo eco de sus denuncias. “Hasta cuándo voy a tener que vivir con miedo de que me pueda pasar algo y a mi familia, y mi agresor sigue campante por la ciudad con el peligro de seguir haciendo daño”, había redactado en su cuenta de Twitter. El mensaje venía acompañado de fotografías donde se veían las pintas con burlas y amenazas. La denuncia presentada hace tres meses por su vecino era por amenazas, delitos contra la dignidad y lesiones.
Fuente: El País