Soldados del Ejército admitieron haber matado, torturado y violado a civiles

Soldados del ejército de Myanmar-Birmania han admitido haber matado, torturado y violado a civiles. Por primera vez, han brindado testimonios detallados de los abusos contra los derechos humanos que, según dicen, se les ordenó cometer.

"Me ordenaron torturar, saquear y matar a personas inocentes". Maung Oo asegura que pensó que lo habían reclutado en el ejército como guardia. Sin embargo, formó parte de un batallón que mató a civiles que se habían escondido en un monasterio en mayo de 2022.
"Nos ordenaron reunir a todos los hombres y matarlos a tiros", dice. "Lo más triste fue tener que matar a ancianos y a una mujer".

Al menos cinco personas diferentes, que fueron entrevistadas por separado, aseguran que el ejército entró en el pueblo en tres grupos, disparando a hombres, mujeres y niños indiscriminadamente.
"La orden era disparar a todo lo que viéramos", dice el cabo Aung desde un lugar sin revelar de una parte remota de la jungla de Myanmar.
Según su testimonio, algunas personas se escondieron en lugares que pensaron eran seguros, pero cuando los soldados se acercaron, "comenzaron a correr y les disparamos".

El cabo Aung admite que su unidad disparó y enterró a cinco hombres. "También teníamos la orden de prender fuego a todas las casas grandes y decentes del pueblo", dice.
Él mismo prendió fuego a cuatro edificios. Los entrevistados dicen que unas 60 casas fueron quemadas, dejando gran parte del pueblo en cenizas.
Aldea de Yae Myet, región de Sagaing, Myanmar
Arrastra el botón hacia la izquierda para ver las zonas quemadas.

Vio a una adolescente atrapada tras las rejas de una casa que estaban a punto de incendiar. "No puedo olvidar sus gritos, todavía puedo escucharlos en mis oídos y recordarlos en mi corazón", dice.
Cuando se lo dijo a su capitán, este respondió: "Te dije que mataras a todos los que veamos". Así que Thiha lanzó una bengala dentro de la casa.
El cabo Aung también estaba allí, y escuchó sus gritos mientras la quemaban viva. "Fue desgarrador escucharlo. La oímos durante unos 15 minutos mientras la casa estaba en llamas", recuerda.
Se rastreó a los familiares de la niña, y habló con ellos frente a los restos carbonizados de su casa.
Su pariente U Myint aseguró que la niña tenía un problema de salud mental y que la habían dejado en su casa mientras sus padres iban a trabajar. "Trató de escapar pero la detuvieron y dejaron que se quemara", dice.
No fue la única joven que sufrió a manos de estos soldados.
Thiha reconoce que se unió al ejército por dinero, pero que se sorprendió por lo que se vio obligado a hacer y las atrocidades que presenció.

Fuente: BBC en Español

Artículo Anterior Artículo Siguiente

نموذج الاتصال