Ha indicado que quienes ocupan las curules de paz, son
congresistas “de provincia”, por lo que sus votantes les piden presencia en los
territorios. “Llegamos a la capital y nos toca tener gastos como pagar
arriendos y combustible (…) en regiones tenemos que andar con escoltas, dos o
tres carros más asesores. Es un desgaste para poder cumplirle a la gente”,
explicó el congresista.
Para él, el proyecto sí debe reducir el sueldo de los
congresistas, pero solamente en algunos aspectos, según de qué regiones del
país provengan. “Yo nunca en mi vida había aguantado tanta hambre como había
aguantado aquí en el Congreso. Cuando nos citan a plenarias a las 9:00 de la
mañana y salimos a las 8:00 de la noche, no podemos movernos”, advirtió Núñez.