Familia recorre el mundo antes de que sus hijos pierdan la vista

Una pareja junto a sus cuatro hijos le dan la vuelta al mundo antes de que los niños pierdan la vista, por una enfermedad genética, llamada retinosis pigmentaria. Los padres piensan que no es lo mismo mostrar un elefante en una revista que ir a observarlos y que los hijos tengan "recuerdos visuales". Los viajes iniciaron en marzo de este año .

Edith Lemay y Sebastien Pelletier son una pareja canadiense que tiene 4 hijos. Cuando su hija mayor, Mia, apenas tenía 3 años, fue diagnosticada de una rara enfermedad llamada retinosis pigmentaria: se trata de una afección genética que provoca la disminución y hasta la pérdida de la visión con el paso del tiempo.

Era el principio de su pesadilla. Sebastien y Edith tuvieron otros tres hijos y, en el año 2019, dos de ellos fueron diagnosticados con la misma enfermedad rara de su hermana pequeña. Los médicos fueron muy claros: se iban a quedar ciegos el día de mañana porque "no hay nada que se pueda hacer". Solo su hijo Leo, que ahora tiene 9 años, se ha salvado de esa especie de maldición familiar.

La madre reconoce a la CNN que "no sabemos cómo de rápido avanzará, pero prevemos que se quedarán completamente ciegos en la mediana edad". Por eso, el matrimonio comenzó a trabajar pensando en el futuro de sus hijos: querían ayudarlos a adquirir las habilidades que necesitarían en el futuro para desenvolverse en la vida una vez que se quedaran sin visión y los médicos coincidieron al recomendarles que les ofrecieran los mayores "recuerdos visuales" posibles.

Algunos padres dedicarían todo el tiempo del mundo a que sus hijos consiguieran esos recuerdos visuales por medio de libros, documentales, etc., pero Edith y Sebastien pensaron de otra manera: "No voy a enseñarles un elefante en un libro, voy a llevarles a ver un elefante de verdad. Y voy a llenar su memoria visual con las mejores y más bellas imágenes que pueda".

Sebastien tuvo la suerte de cara cuando la empresa en la que trabajaba fue adquirida por su competencia y él recibió una fuerte inyección económica a cambio de sus acciones. Con ese dinero y el que tenían acumulado en su fondo de vacaciones planearon un viaje por Rusia, China y otros países asiáticos que iba a comenzar en el verano de 2020. Sin embargo, la pandemia les obligó a aplazar su viaje. Después de dos años de restricciones, Edith, Sebastien y sus cuatro hijos empezaron por fin su aventura en marzo de 2022.

Lo hicieron sin un rumbo fijo y comenzaron por África, donde disfrutaron viendo animales como elefantes, cebras y jirafas en Namibia, Zambia y Tanzania. Desde allí volaron a Turquía, donde estuvieron un mes, antes de dirigirse a Asia, donde ya han pasado por Mongolia e Indonesia.

Los padres están volcados en que sus hijos conozcan diferentes países y culturas por una razón muy clara: "No importa lo dura que vaya a ser su vida, quería mostrarles que son afortunados por tener agua corriente en su casa y poder ir a la escuela todos los días con bonitos libros de colores". Y es que otros niños no tienen tanta suerte: "Este viaje nos ha abierto los ojos a muchas otras cosas, y realmente queremos disfrutar de lo que tenemos y de la gente que nos rodea".

La hermana mayor es consciente de su futuro, mientras sus hermanos pequeños comienzan a hacer preguntas difíciles que sus padres tratan de contestar con respuestas acordes a su edad. Mientras, sueñan con que la ciencia encuentre una solución, pero ellos, por si acaso, ya van avanzando: "Cruzamos los dedos, pero sabemos que puede ocurrir, así que queremos asegurarnos de que nuestros hijos están equipados para afrontar estos retos". Su idea es llegar a Canadá en marzo de 2023.

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