En Villavicencio, exactamente en el barrio Villa María, una
mujer le arrojo el excremento de sus mascotas a un puesto de comidas con el fin
de aburrir a quienes trabajan allí.
La señora se presentó como Natalia Martínez y sin pensarlo arrojó
el popó de sus perros a un negocio de comida ubicado sobre la calle.
Este hecho ha causado indignación y rechazo en redes
sociales.