La articulación entre Fuerza Pública y población
civil permitió garantizar el orden público, para que habitantes y visitantes pudieran asistir a
las diferentes actividades en conmemoración de la vida, muerte y resurrección
de Jesucristo y para que a su vez que pudieran gozar de los atractivos turísticos
y los diferentes climas con los que cuenta la región ‘Opita’.
En las vías la presencia de los soldados ha sido bien vista por los conductores para recorrer las carreteras nacionales,
secundarias y terciarias; en el campo las tropas garantizaron el itinerario
desde las zonas veredales a los cascos urbanos y en los municipios los
ciudadanos pudieron visitar, sin dificultad, los templos y participar de las
procesiones.