Ya son cuatro los casos que al parecer se relacionan con
este personaje siniestro en este municipio, el último de ellos fue el de una
mujer de 28 años de edad, que fue intimidada con arma de fuego y sometida a
abuso sexual y psicológico por su parte, que se la llevó obligada a un paraje
solitario, en la vía a San Agustín. La Fiscalía le sigue la pista.
Natalia, como llamaremos a esta mujer de 28 años de edad,
víctima de abuso sexual, para proteger su identidad y su integridad, estaba
trabajando en oficios varios en una finca cercana al Batallón Magdalena, en
Pitalito.
Cuando ya iniciaba la noche, salió en compañía de una amiga
a la avenida a tomar transporte. La acompañante cogió primero la buseta y ella
se quedó esperando la ruta que la llevaría de vuelta a su casa, el pasado 30 de
diciembre de 2016.
Ante la demora de la buseta, Natalia buscó servicio de
minutos a celular para llamar a que la recogieran, pero no encontró, así que
decidió bajar a pie por la orilla de la carretera hasta encontrar transporte.
Luego de pasar las instalaciones del batallón y dos
estaciones de gasolina, al parecer un hombre que la venía siguiendo, se le
atravesó de frente en una motocicleta y le dijo: “cállese la boca y páseme todo
lo que tiene”, dijo una familiar de la víctima al señalar que el sujeto
seguidamente sacó un arma de fuego e intimidó a la mujer para que se subiera en
la moto.
Ella recuerda que el sujeto, mientras la llevaba por una
carretera por la vía Pitalito-San Agustín le preguntaba por su edad y de dónde
venía, y le decía que estuviera tranquila que él era mototaxista.
Al llegar al final de la carretera, en un paraje solitario,
el sujeto dejó la motocicleta a la orilla y condujo a la joven mujer a un sitio
enmontado. Allí, le quitó el celular, una plata que llevaba y la hizo
despojarse de la chaqueta. Tiró a su víctima al suelo, donde le quitó el saco
que tenía puesto, le bajó el pantalón hasta la rodilla y la accedió carnalmente
hasta el cansancio. Asegura Natalia que el hombre no la golpeó, pero sí la tomó
del cuello y del cabello.
La iba a matar
El indolente sujeto, quien en ningún momento se quitó el
casco, luego de abusar sexualmente de la joven, la hizo poner de rodillas y le
colocó las manos hacia atrás amarrándoselas con el mismo saco. Luego le ordenó
que se quedara quieta porque de ahí ella no saldría viva ya que de seguro lo
denunciaría.
Ya todo estaba en total oscuridad. En un momento en que el
sujeto se dirigió hacia la motocicleta, la víctima logró soltar una de sus
manos de la atadura y se tiró de rodillas por una pequeña ladera entre el
monte. El violador se devolvió a buscarla con una linterna diciéndole que se
quedara donde estaba y que si la encontraba le disparaba. Ella, solo pudo en
esos instantes rezar para que no la hallara.
Finalmente el presunto mototaxista no logró encontrarla en
el lugar y al parecer se dirigió a buscarla por la carretera, pues Natalia
escuchó cuando él prendió la moto y arrancó. Tras esperar unos cuantos minutos,
la mujer saltando por en medio de la vegetación y de la oscuridad logró salir
hasta la avenida y pedir auxilio a los vehículos que transitaban.
Pero al ver a la mujer toda embarrada, descalza, nadie se
decidía a detenerse, hasta que un conductor detuvo su marcha y le preguntó qué
le había pasado. Ella le contó lo ocurrido, y la ayudó a bajar hasta unos
cuantos metros, temiendo que el abusador viniera siguiéndola. El ciudadano le
regaló un minuto de su celular y así Natalia pudo dar aviso a su hermana, quien
la recogió y la llevó a la Fiscalía y luego al Hospital de Pitalito, donde le
realizaron todos los exámenes pertinentes.
Una pesadilla
Natalia hoy continua con acompañamiento sicológico, aunque
no puede dormir pues delira con que el agresor la sigue en cualquier momento la
encuentra. La mujer, madre un niño de 10 años, cuenta además con el apoyo
incondicional de su hermana.
En la Fiscalía, adonde la víctima instauró la denuncia, le
dijeron que el suyo es el cuarto caso que se registra en esa zona de Pitalito
bajo la misma modalidad, y con las mismas características.
Está pendiente que los investigadores junto con la víctima
realicen el reconocimiento del sitio. Igualmente las autoridades estudian el
video de una cámara de seguridad del sector, que permita identificar al
abusador.
Tomado de La Nación