Una Huilense perdió los glúteos por un mal procedimiento estético



Después de casi diez años de haberse practicado un procedimiento estético, una mujer neivana sufrió graves complicaciones. Prácticamente sus glúteos le fueron amputados.

Para proteger su verdadera identidad a la protagonista de esta historia la vamos a llamar Leidy. Ella,  en el año 2008, se practicó un procedimiento estético en el que le implantaron, supuestamente, una cantidad considerable de ácido hialurónico en sus glúteos. Lo que sus hijos aseguran es que realmente era silicona lo que le inyectaron.

El procedimiento se lo realizó Nubia Perdomo, en una reconocida estética de la ciudad de Neiva, ahora  llamada Spa Resort Cuerpo y Piel, de la cual ella es la propietaria.

“De eso hace como diez años. Yo fui donde esa señora por el anuncio del periódico, ahí decía que hacía masajes corporales, adelgazamiento y en ese tiempo yo era gorda; que hacía limpieza de piel, yo me fui a buscarla y me hice primero una limpieza facial, fue cuando ella me dijo ‘usted queda bonita con cola’. Entonces yo le pregunté ‘¿luego usted sabe hacer cola?’;  dijo ‘claro, mire mi cola’,  y se alzó el vestido”, cuenta la afectada.

La mujer, para entonces con 54 años de edad, confió en lo que su amiga le recomendaba, ya que no se conocía gran cantidad de casos por afectaciones, como en la actualidad. El paso a seguir fue la inyección del supuesto ácido hialurónico en los glúteos de Leydi.

“Me dijo ‘yo pongo un líquido que se llama ácido hialurónico y eso es bueno. Busque por internet y verá’. Yo accedí y ella me colocó una parte, después como yo ya seguí yendo, nos hicimos amigas y luego me dijo ‘a usted le falta otro poquito de nalgas’; yo le dije ‘la verdad, ya me da miedo’, dijo ‘no, yo me he puesto tres veces’, y volvió y me mostró y yo le vi la piel de ella bonita, entonces yo le dije ‘póngame, pero no igual al pasado, sino más poquito’”, aseguró.

Lo que señala la mujer, es que la esteticista le aplicó más de lo que ella le había dicho. Narra que le inyectó cinco frascos a cada glúteo, luego de haber comprado, al parecer, una especie de promoción del producto, para lo cual, incluso, le habría prestado dos millones de pesos. Ahí empezaron las dificultades.

EMPEZARON LAS DOLENCIAS

“Eso me pateó desde el momento en que me lo coloqué, eso se me puso rojo, rojo, rojo, y como si me hubieran pegado una plancha ahí, duro, a ella le tocó luchar para quitarme eso, porque no puedo decir que no,  ella  estuvo todo el tiempo cuidándome”, señaló.

Como eran amigas, reitera, confiaba en lo que ella le recomendaba; durante los casi diez años le hizo tratamiento a diario con masajes y cremas, pero nada de eso funcionó. Cuando Leydi manifestaba que quería hacerse ver de un médico, al parecer, su amiga la convencía de lo contrario.

“Mi mamá no se podía sentar, le picaba, le ardía, mi mamá duró muchos años con el problema, callada, por muchas cosas; todas la noches llora, ella está devastada porque es el dolor económico, el dolor físico, el autoestima, el padecimiento de ella durante todo este tiempo, porque ella de pronto pensó que no necesitaba cirugía para retirarse ese producto. Mi mamá le pedía ayuda a Nubia, le decía que iba a ver un médico y ella la detenía y le decía a mi mamá que solo estaba buscado que eso se le empeorara, en lugar de decirle ‘sí, vaya hágase retirar eso’. En vez de eso le aconsejaba era que con cremitas y masajitos, eso se le iba a ir”, dijo la hija de la afectada.



“CAMBIÓ UNA MANCHA ROJA POR UNA CICATRIZ”

En un audio suministrado por Leidy se puede verificar que la persona que realizó el procedimiento no considera necesario ni importante una cirugía para retirar el producto implantado.

“No sé si usted es consciente de que cambió una mancha roja y una piel débil por falta de colágeno y todo, por una cicatriz tan tremenda, (…) todos estos años hemos tenido una buena amistad y yo la he chocholiado mucho, yo no sé, es que usted también su puso muy intensa y obviamente yo me enfermo, al principio solo fue molestar porque estaban rosadas las nalgas, y cambiarla por esa cicatriz, pues tenaz”, dice la mujer en el audio.

No obstante, el tema no es tan sencillo, según relata la hija de Leidy el médico cirujano que le retiró los implantes y quién además le cuestionó el haber esperado tanto tiempo, le dijo que su mamá era una mujer muy afortunada, su afectación fue solo superficial.  Comúnmente este tipo de productos pueden afectar otras partes del cuerpo.

Tomado de La Nación
  
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