A las siete de la noche del pasado viernes se dio inicio al
desfile de carrozas dentro del marco del Festival Folclórico Laboyano. La noche
se vistió de gala con la presencia de las doce candidatas que este año se disputaban
la corona del certamen Señorita Pitalito.
Pitalito
Por Gerardo Meneses Claros
Por Gerardo Meneses Claros
Abrigados
por la brisa fresca del Valle de Laboyos, en una noche limpia y sin los temores
de las lluvias características de esta época del año, se vivió este viernes el desfile
nocturno de las candidatas del Festival Folclórico Laboyano. Una fiesta de
belleza, folclor y tradiciones que demostró que el San Pedro es la época más
querida por los laboyanos.
Doce
carrozas con motivos alegóricos al café, las artesanías, los caballos y al
progreso y desarrollo de la ciudad, desfilaron con sus reinas por las calles
principales de Pitalito, abarrotadas de público que emocionado aplaudía la
belleza y la alegría de las candidatas en un majestuoso desfile que duró algo
más de 2 horas.
El
pueblo laboyano y el jurado calificador tuvieron la oportunidad de apreciar a
las reinas en todo su esplendor, luciendo lo mejor de sus trajes de fantasía,
folclóricos y típicos, acompañadas de las comparsas y las bandas de vientos que
tanto entusiasman y alegran los recorridos de los desfiles.
Esta
primera salida en público sirvió para que todos empezaran a hacer sus cábalas
de quien sería la próxima Señorita Pitalito; el desparpajo, entusiasmo y
entrega al público fue la característica que sobresalió en las candidatas, aplaudidas
y animadas por los laboyanos.
Muestra folclórica.
Al
final del recorrido, las carrozas llegaron al coliseo de eventos y espectáculos
de la ciudad, donde se dio comienzo a otra de las pruebas importantes del
certamen, la muestra folclórica. Allí, al ritmo de bambucos fiesteros, rumbas
criollas, sanjuanitos y merengues campesinos, las candidatas hicieron gala de
su destreza en los bailes típicos colombianos.
La
cultura del café, teniendo a Pitalito como principal productor nacional, fue
inspiración para varias coreografías que exaltaban la labor de los campesinos y
que emocionaron al público asistente. De la misma manera el recorrido por otros
aspectos de la cultura laboyana se vieron reflejados en los hermosos montajes
realizados por las reinas, sus parejos y los grupos de baile acompañantes.
La
ciudad está hirviendo de folclor y alegría, Pitalito por estos días es una sola
fiesta y el desfile nocturno fue el mejor abrebocas.