Erika y Lucero Conde son dos hermanas que, aparte del lazo familiar, las une el incendio ocurrido en el sector de Villa Colombia, ya que sus lotes figuran entre los inmuebles incinerados por la tragedia.

“Estaba durmiendo donde  mi mamá porque salí de trabajar a las 6 de la mañana, mi celular estaba descargado y mi hermana me estaban llamando sin éxito, no me enteré de ello sino hasta las 11:30 de la mañana”, dijo Érika, cuyo lote es el 472 y en el que vivía con cuatro de sus hijos.



La madre cabeza de hogar había trabajado toda la noche en Molinos Roa y llegó donde su progenitora ubicada en el vecino barrio de Alberto Galindo, cuando vio su casa destruida, quedó embargada por el dolor.



“Todo lo perdí, al verlo me senté a llorar por tanto sacrificio perdido y espero que nos reubiquen y nos faciliten la casa lo más pronto posible”, expresó.

Érika vive con sus cuatro hijos aunque no permanecía por mucho tiempo en el inmueble porque en ese lugar se suicidó uno de los hijos.