El impresionante logro
tuvo lugar en el Hospital Universitario de Sao Paulo. La cirugía tardó 10 horas
y una mujer de 32 años fue la favorecida.
El primer bebé del
mundo concebido por una mujer estéril gracias a un útero trasplantado de una
donante fallecida nació en Brasil hace un año, indicó el miércoles la revista
científica The Lancet.
Siete meses después
del nacimiento, el bebé (una niña), se encontraba bien, pesaba 7,2 kilos y
seguía siendo amamantada por su madre, igualmente en buen estado de salud,
según el Hospital Universitario de Sao Paulo, que realizó el trasplante en
2016.
Es la primera vez,
después de una decena de tentativas fracasadas en Estados Unidos, República
Checa y Turquía, que un trasplante de útero a partir de una donante fallecida
permite llevar a cabo un nacimiento.
También es una
primicia para un nacimiento mediante un trasplante de útero en América Latina.
Desde la primera
donación de un útero a partir de una mujer con vida, en 2013 en Suecia, se
llevaron a cabo 39 trasplantes, de los cuales 11 permitieron dar a luz a la
paciente.
"El recurso a
donantes fallecidos podría ampliar considerablemente el acceso a este
tratamiento" por parte de las "mujeres que sufren una esterilidad de
origen uterino", declaró el doctor Dani Ejzenberg, que dirigió la
experiencia en el Hospital Universitario de Sao Paulo, citado por The Lancet.
Hasta ahora, "el
único embarazo acontecido después de un trasplante de útero retirado post
mortem fue en 2011 en Turquía" y resultó en un aborto espontáneo, según el
doctor Srdjan Saso, del departamento obstétrico del Imperial College de
Londres.
Esta exitosa
experiencia presenta "varias ventajas respecto a un útero de una donante
viva: el número potencial de donantes es mayor, es más barato y evita los
riesgos para la donante viva".
Para el profesor
Andrew Shennan, obstetra del Kings College de Londres, la operación "abre
la vía a la donación post mortem, como es el caso para otros órganos", lo
que "permitiría a las mujeres que no pueden concebir un bebé debido a un
útero defectuoso llevar a cabo un embarazo" sin "depender de donantes
vivas" ni "recurrir a la adopción o a una madre de alquiler".
¿Cómo fue la
intervención?
La operación se llevó
a cabo en septiembre de 2016. La madre que recibió el útero tenía 32 años y
nació sin este órgano (síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser). Antes del
trasplante, se sometió a una fecundación in vitro (FIV).
El órgano procedía de
una mujer de 45 años fallecida de un derrame cerebral y donante de varios
órganos (corazón, hígado, riñones), de factor Rh 0 positivo.
La operación duró un
total de 10h30 y fue seguida de un tratamiento inmunosupresor para evitar el
rechazo del órgano por parte del organismo de la paciente.
Cinco meses después
del trasplante, la mujer tuvo las primeras reglas normales. Y dos meses
después, con la transferencia del embrión, el embarazo se inició.
Este se desarrolló sin
dificultades y el bebé nació por cesárea a 36 semanas de gestación, el 15 de
diciembre de 2017, en estado ligeramente prematuro pero considerado oportuno
para los médicos para evitar complicaciones.
El bebé pesaba 2,550
kilos y se hallaba en perfecto estado de salud. El útero fue retirado durante
la cesárea para poder cesar el tratamiento inmunosupresor, muy duro para la
paciente. El niño y la madre dejaron el hospital al cabo de tres días.
Los autores del
estudio subrayan que el trasplante del útero post mortem puede abrir nuevas
posibilidades, puesto que en muchos países ya existe una regulación sobre este
tipo de donaciones.