En Quibdó tienen que
rebuscarse el agua, pues solo el 30% de la población tiene acceso a servicio
potable. La pobreza en el departamento es de 47,9%.
El Pacífico es un
corredor que históricamente ha sentido el fragor de la guerra. Grupos
delictivos se pelean el control de las rutas de la cocaína. El mayor impacto es
generado por el ELN y las Autodefensas Gaitanistas.
En la frontera de la
zona norte, con Panamá, hay dos núcleos importantes de enfrentamientos: el
primero donde antes delinquía el frente 57 de las FARC. Allí, ahora sus
disidencias tienen una disputa con las autodefensas, que entran al Chocó
desde el Urabá antioqueño.
El otro punto del
enfrentamiento es Riosucio, donde hay una compleja situación humanitaria.
La vida en Quibdó gira
prácticamente alrededor del río Atrato, donde se dan cita los nativos para
comercializar todo tipo de alimentos entre plátano, piña y pescado.
Precisamente la actividad piscícola no había progresado en los últimos años por
cuenta de la contaminación que genera la minería ilegal.
Ante esta
problemática, la Corte Constitucional emitió medidas para cuidar el Atrato,
única sentencia a favor de un río en Colombia, acción que ha funcionado y se ve
reflejado en la subienda.