“Me entró el diablo y ahí no hubo más que hacer”: confeso violador y asesino de menor en Ibagué




Elver James Melchor, recapturado en Manizales, aceptó los cargos por el crimen de Rosmery Castellón. Videos y fotografías fueron claves para identificarlo.


La investigación inició en la cárcel de Picaleña, cuando los reclusos hacían fila para salir del penal. A través de las cámaras de seguridad inició la comparación de las prendas del presunto asesino y su historial delictivo.

A Melchor, condenado por abuso sexual, le dieron 72 horas de libertad y se había dado a la fuga.

Otra cámara de seguridad ubicada en la entrada a la vereda Aparco, donde vivía Rosmery castellon, mostró cuando el sujeto ingresó a la zona y minutos después lo hizo la víctima que iba para su casa.
“Nos da pistas de que el mismo que ingresó fue el que jaló la niña hacia la parte más boscosa. Cuando empezamos a hacer las labores de vecindario, nadie lo conoce en el sector”, detalló el coronel Nicolás Carmen Aristizábal, comandante de la Policía de Ibagué.

En las cámaras también se vio al hermano de la víctima cuando salió a la vía a esperarla como habitualmente lo hacía. Esperó 24 minutos y regresó a su casa, sin saber que a solo unos metros su hermana estaba siendo asesinada.

“Cuando tuvimos la oportunidad de hablar con él, dice que es una situación que él ya no puede controlar, que después de que a él le entra una emoción de esas es incontrolable, y cuando lo capturamos las palabras textuales fueron ‘me entró el diablo y ahí no hubo más que hacer’”.

Melchor aceptó los cargos de feminicidio agravado, homicidio agravado y tortura. La fiscal del caso pidió al juez 60 años de condena.


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