Un
parque para que todos los niños puedan ser niños sin importar su condición.
Gordon Hartman
y su esposa Maggie, amaron a su pequeña hija Morgan desde el instante
mismo en que supieron que ya habitaba en el vientre de su madre. Cuando nació
y los médicos les informaron que la pequeña tenía discapacidades
cognitivas, su compromiso y amor no disminuyeron ni un poco, al
contrario quedaron perdidamente enamorados de sus dulces ojos que llenos de
expectativas sobre la vida, les devolvían sus paternales miradas. La niñez de
Morgan transcurrió rodeada de afecto.
Los
desafíos estaban a la vuelta de la esquina.
Mientras
la niña estuvo protegida por la seguridad de su familia, las cosas fueron bien,
para Gordon y Maggie su hija era simplemente perfecta, era una pequeña muy
alegre y amorosa pero cuando Morgan tuvo que exponerse al mundo exterior,
su discapacidad se abalanzó sobre la familia como una oscura
sombra, pero no porque a los ojos de los padres algo hubiera cambiado sino
porque las personas se mostraron crueles y desconsideradas.
Esto
era algo para lo que Gordon no estaba preparado y a partir de una experiencia
en particular decidió que no se quedaría de brazos cruzados, al contrario,
intentaría construir un mundo mejor, no sólo para su hija, sino para todos las
personas con discapacidad.
Nace
un maravilloso sueño.
Todo
comenzó un soleado día de verano del año 2005 cuando su hijita
estaba a la orilla de la piscina del hotel donde se hospedaban por asuntos
de trabajo de Gordon. La niña estaba jugando divertida pero cuando quiso
acercarse a interactuar con otros niños, estos fueron muy descorteces con ella
y la hicieron sentir realmente mal.
Fue
entonces cuando Gordon recordando todas las veces que su pequeña no había
podido hacer cosas como subir a una montaña rusa o lanzarse por un tobogán que
se dio cuenta que no había lugares especialmente diseñados para personas con
discapacidad y este era un mundo en el que él no quería vivir.
Por
ello, comenzó a poner en marcha un ambicioso proyecto: vendería su
compañía y construiría un parque temático para personas con discapacidad, pero
no era excluyente, al contrario en su parque todos serían recibidos con una
amplia sonrisa.
Morgan’s
Wonderland abre sus puertas.
Gordon
encontró en una cantera abandonada en San Antonio – Texas el lugar perfecto
para establecer el parque. Compró el lote y comenzó la construcción.
Cinco
años pasaron desde que nació su idea y en 2010 el parque temático
inspirado en las necesidades especiales de su hija Morgan abrió sus puertas por
primera vez. Allí todas las atracciones mecánicas están adaptadas y
diseñadas para que las personas con sillas de ruedas u otras limitaciones
puedan divertirse y pasar un buen rato. Claro está que el parque no sólo es
para personas con discapacidad, sino para todos el mundo. El concepto es,
precisamente, que allí todos son iguales.
La
entrada al parque Morgan’s Wonderland para personas con discapacidad es
totalmente gratuita, no se tiene
que presentar ninguna acreditación o documento médico que la certifique,
simplemente los usuarios se acercan a la taquilla y reciben sus boletos de
entrada.
Unos
amorosos padres encuentran inspiración en su hija y aportan su granito de arena
para que este mundo es un lugar más incluyente y feliz para todos.