Dos hombres visionarios del campo, fueron los que con restos
de una lavadora, una moto, con partes de una estufa y con un cilindro de gas
construyeron una tostadora y trilladora
artesanal, con la que están transformando el café y exportando su producto
al exterior.
Todo empezó con la necesidad de darle un valor agregado al
café producido en sus fincas, que es de gran calidad y con el bajo precio del
mercado estaban a perdidas; miraron la
construcción de un modelo similar utilizado solo como muestra de una trilladora y tostadora, con lo que
observaron, fue suficiente para darse a la tarea de construir una máquina que
les permitiera transformar el café en pergamino en un producto listo para el
consumo.
Con partes de una lavadora, una estufa, una moto y un cilindro, realizaron la construcción de
estos instrumentos, con los que participaron en la feria del campesino en la
versión 2019 en el municipio de Isnos. “Tenemos
una anécdota de esta construcción, el día antes de la feria estuvimos
trabajando hasta las 2:00 de la mañana, tratando de finalizar la tostadora y la
trilladora, porque nosotros queríamos participar en la feria, y finalmente
pudimos, la llevamos, participamos y ganamos un incentivo por lo que
construimos, la gente nos recibió muy bien, y desde distintos pueblos vinieron
a ver la tostadora y la trilladora” asegura el señor Fernando Benavides uno
de los constructores de este producto.
Estos dos elementos fundamentales para la transformación del
café, fueron elaboraros por dos campesinos, Fernando Benavides y Robinson Chavarro, quien luego de la construcción
de sus máquinas, lograron sacar su propia marca de café llamada VILLA CAFÉ, y con la cual están
vendiendo café al exterior, a países como Holanda e Italia, generando un valor
agregado a su producto y un incentivo para todo el gremio de caficultores.