En
el programa ‘Faustino, el grande’, el exfutbolista contó la anécdota sobre cómo
el capo Julio Ferro le dijo que estaba listo para “matar a ese gordo
Chilavert”.
Uno
de las peleas más recordadas de la historia de la Selección Colombia la
protagonizaron Faustino Asprilla, Víctor Hugo Aristizábal y el arquero
paraguayo José Luis Chilavert. Los hechos se dieron en 1997, durante la derrota
2 a 1 frente a Paraguay en Asunción, Paraguay.
Todo
empezó porque el arquero paraguayo le lanzó un escupitajo y la reacción del
colombiano fue darle un puño. El árbitro los expulsó a ambos, pero la gresca no
paró ahí y el polémico portero fue a buscar al delantero al banco y le lanzó
otro puño.
El
Tino no tuvo tiempo de reaccionar y quien salió en su defensa fue Víctor Hugo
Aristizábal, lanzándole una patada voladora a Chilavert. Ahí tuvieron que
intervenir los encargados de seguridad y la Policía.
Lo
que muy pocos sabían era que esta pelea pudo pasar a mayores después del
partido.
Según
cuenta el Tino en el programa de Telepacífico ‘Faustino, el grande’, que se
estrenó este fin de semana, le ofrecieron acabar con la vida de su oponente.
De
acuerdo al relato del exfutbolista del Parma, fue contactado en esa noche por
el narcotraficante Julio César Correa Valdés, alias ‘Julio Fierro’, que le
pidió “autorización” para atentar contra el arquero guaraní.
“Me
entra una llamada y alguien me dice: ‘Soy Julio Fierro; podés llegar acá a mi
hotel, estamos caletos’. Llegué y ese man estaba como con 10 personas más,
todos borrachos, y con hembras paraguayas”, dijo el futbolista que acudió junto
con Aristizábal.
“Fui
con Aristizábal y nos dijeron: ‘Necesitamos que ustedes den autorización porque
estos 2 manes se van a quedar aquí en Asunción, porque quieren ir a matar a ese
gordo Chilavert’”, cuenta el Tino.
Según
el delantero, él fue tajante manifestando que no hicieran nada y que era una
cosa que se debía “quedar” en la cancha de fútbol.
“Les dije: ‘¿Cómo así?, ¿ustedes están locos?,
van a acabar con el fútbol colombiano, eso no puede ser. Lo que pasó en la
cancha, quedó en la cancha. Chilavert me pegó el puño, alegamos, nos expulsaron
y ya, eso termina ahí’”, agregó el Tino.
Sin
embargo, los mafiosos insistieron: “Esos sicarios decían: ‘Patrón, denos la
orden’… Tenían unas pistolísimas”.
Finalmente,
el Tino dice que su rival en el campo nunca supo el peligro al que estaba
expuesto. “Chilavert nunca se dio cuenta. Fue un momento complicado”.