Hombre con Síndrome de Down logró que su hijo fuera un profesional


Cuando uno es padre o madre se asume a sí mismo una imagen de ejemplo y guía hacia los hijos/as, a los ojos de los niños somos la persona que quieren imitar y esto es algo natural en el ser humano, pero existen casos donde esta dinámica entre padres e hijos es algo diferente.

 

Y es aquí donde encontramos el caso de Sader Issa, un muchacho sirio de 23 años que vive junto a sus padres Samira y Jad, pero lo especial que tiene la familia de Sader es la condición de su padre Jab, quien tiene Síndrome de Down, siendo uno de los pocos casos del mundo donde un varón con esta condición tuvo descendencia.

 


Mis padres son los mejores

“En la escuela supe lo que era el síndrome de Down y entendí cada aspecto de la condición de mi padre”, dijo Sader en una entrevista para El Mundo Crónica. La familia de Sader vive en Al Bayda, un pueblo habitado, en su mayoría, por fieles de la Iglesia ortodoxa griega de Antioquía.

 

Sader, siendo hijo único, estudia odontología y admira mucho a sus padres: “son una pareja encantadora, trabajadora y afable. Sencillos pero muy respetados”. El joven también cuenta que sus abuelos ya habían fallecido cuando él nació, y su madre Samira, como él, no tienen alteración cromosómica.

 


Sacrificios desde el corazón

“El ser paciente y amar a todas las personas sin importar su origen o su credo lo aprendí de mi padre”, se refiere Sader que pertenece a la generación que vivió la cruenta guerra civil siria. En sus palabras se marca el deseo de paz para un país arrasado por nueve años de conflicto armado, que ha dejado cientos de miles de muertos y millones de refugiados y desplazados.

 

“Mi padre ha trabajado en una factoría de molienda de trigo por 25 años y el dinero que ganó lo invirtió en mí”, admite el estudiante de odontología en la universidad de Hama, cuya capital fue emplazada a unos 50 kilómetros del pueblo donde nació. Próximamente estará realizando sus prácticas por dos años para poder graduarse. "Mi padre se siente muy orgulloso de mi desde que se enteró que su hijo será doctor".

 

Una historia poco común

La historia de Sader y su familia es singular en el universo que integran las personas como su progenitor, aquellos que nacieron con exceso de material genético del cromosoma 21. “Chateando con muchas personas en internet, conocí el caso de un hombre con síndrome de Down que tiene dos hijos, ninguno de ellos con alteración, pero prefería no contar su historia”.

“Estoy tan orgulloso de mi padre como él de mí”. La tranquilidad y serenidad que se visualiza en las fotografías juntos de diferentes épocas en la vida familiar, demuestra que el Síndrome de Down no tiene que ser una barrera para una vida feliz.

Fuente: Habilidades Especiales 

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