La irresponsabilidad con el tapabocas y el distanciamiento
social, durante un baile en honor al Niño Jesús, está pasando factura en esta
población.
San Juan del Río es una comunidad de 1.200 habitantes ubicada
en Oaxaca, México. El 5 de enero celebró su tradicional baile en honor al Niño
Jesús, pero con evidentes violaciones a las medidas de bioseguridad como el uso
del tapabocas y el distanciamiento social.
La multitudinaria reunión empezó a mostrar consecuencias: un
tercio de la población resultó infectada de coronavirus COVID-19. Además, 12
personas han fallecido por esta enfermedad y 14 están hospitalizados.
Ante la evidente falta de autocuidado, no hubo Niño Jesús que
valiera.
Al ver este
preocupante crecimiento, el alcalde municipal, Evergisto Gamboa, envió una carta
al presidente de los mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, en el que
solicitaba ayuda con insumos médicos para tratar a los pacientes.
“Ante el olvido, la pobreza y el desprecio, nos da lo mismo
morirnos acá en la ciudad que en la montaña; por tal razón, de no dar respuesta
inmediata a esta petición, todos los que dieron positivo y están aislados nos
trasladaremos al centro de la capital, para morirnos en nuestro abandonado
Oaxaca”, escribió el mandatario.
La respuesta del Estado no se hizo esperar y a San Juan del
Río llegó una brigada de salud, que además de personal médico incluyó
tapabocas, litros de cloro y otros elementos de desinfección.
También se hizo una campaña pedagógica de perifoneo para que
la gente se quedara en casa y evite repetir reuniones, como la que terminó con
el contagio masivo de coronavirus.
Tomado de: Caracol noticias