Hasta la
vereda Oropoma, ubicada en la vía que comunica a los municipios de Ocaña y
Ábrego, en el departamento Norte de Santander, llegaron dos hombres fuertemente
armados a bordo de una motocicleta, ingresaron hasta donde departían unas 10
personas y los atacaron a bala.
Por estos
hechos, cinco personas perdieron la vida y cinco más se recuperan en centros
asistenciales de Ocaña y Ábrego.
Testigos de la
masacre indicaron que los sujetos, con armas en mano, gritaron que todos los
que estaban en ese lugar debían morir. En ese momento, el miedo y la zozobra se
apoderó de todos y comenzaron a correr buscando la salida, pero
infortunadamente en el camino fueron alcanzados por las balas. Ante esto
algunos cuerpos quedaron cerca de las mesas de billar y otros más en la parte
exterior del inmueble.
Las víctimas
mortales, que respondían a los nombres de Winston Prada Puentes, Heimer Ortiz
Ballesteros, José Luis Vega Plata, Jesús Alberto Vega y Robinson Garay Barbosa,
se dedicaban a las labores del campo y estaban festejando junto a sus amigos
una buena semana de cosechas.
Entretanto,
los heridos que presentan impactos por arma de fuego en tórax, abdomen,
hombros, espalda y piernas, reciben atención médica en el hospital
Noroccidental de Ábrego y el hospital Emiro Quintero Cañizares de Ocaña.
Al sitio de la
masacre llegó un equipo experto en investigaciones y derechos humanos para
esclarecer lo sucedido en esa zona que hace parte de la subregión del Catatumbo; sector en el que operan grupos como el ELN, las disidencias de FARC y los Pelusos.