En la ciudad de General Trias (Filipinas), un sujeto fue sorprendido infringiendo el toque de queda el pasado 1° de abril. Como castigo, según contó su familia, fue obligado a realizar 300 sentadillas sincronizadas con otras personas.
El joven de 28 años, identificado como Darren Manaog Peñaredondo, fue sorprendido por los guardias
mientras compraba agua. Luego, se unió a un grupo de detenidos que tenía que
lograr hacer 100 sentadillas de manera simultánea, pues, si no lo hacía al
tiempo, estaba obligado a empezar de nuevo.
De acuerdo con el medio local ‘Rappler’, Peñaredondo le contó
a su novia que tropezó varias veces durante el ejercicio, por lo que se
triplicó la cantidad de sentadillas que tenía que realizar.
Su pareja también comentó que el joven logró regresar a la
casa a la mañana siguiente, pero luchó por moverse durante todo el día debido a
la fatiga. El sábado 3 de abril sufrió de convulsiones, entró en coma y murió
sobre las 10 de la noche.
Pero Marlo Nillo Solero, el jefe de policía de la ciudad, le
dijo a ‘Rappler’ que no había tal castigo físico para las personas que violaban
las restricciones. "En su lugar, realizamos charlas", agregó.
Por su parte, el grupo de derechos humanos ‘Karapatan’ pidió
una investigación inmediata sobre la muerte de Peñaredondo. Su secretaria
general, Cristina Palabay, dijo que debería investigarse como "posible
violación de la ley contra la tortura, entre otras".
El alcalde de General Trias, Antonio Ferrer, confirmó que la
policía está investigando el caso y agregó que se puso en contacto con la
familia del joven para ofrecerles condolencias y asistencia en su momento de
duelo.
Según informó ‘DW’, la ciudad se encuentra bajo una estricta
cuarentena para frenar los contagios del covid-19. La restricción incluye un
toque de queda que va desde las seis de la tarde hasta las cinco de la mañana.