La Policía Nacional liberó el domingo a una joven, de 23
años, cuyo marido la mantuvo encerrada durante dos años en la casa que
compartían y que ha sido detenido como presunto autor de los delitos
de detención ilegal y malos tratos.
Fue un amigo de la víctima, quien avisó en la
tarde del domingo a los servicios de emergencia denunciando que la mujer, de
nacionalidad bangladesí, era víctima de violencia de género desde hacía tiempo,
han informado este lunes fuentes policiales.
Hasta la casa se desplazaron agentes de Policía
Nacional, quienes se entrevistaron con la joven que les dijo que llevaba dos
años sin salir del domicilio y que cuando su pareja se iba a trabajar la dejaba
encerrada bajo llave.
Además, afirmó que su marido la agredía físicamente, en
ocasiones con cuchillos de cocina, amenazaba con matarla y con ir a su país de
origen a matar a su familia.
Los policías observaron que la mujer tenía lesiones en la
cara, el cuerpo y la cabeza.
Finalmente, fue asistida por una policía a la que mostró sus
lesiones y le contó todos los hechos que había sufrido a lo largo de estos dos
años. Momentos después se detuvo al marido en Madrid, España.
Algunos de los vecinos, han conocido este lunes la noticia
por los medios de comunicación. "No me extraña nada. Era una pareja muy
extraña", afirma a uno de los residentes que ya fue interrogado por la
policía.
Este domingo los agentes decidieron actuar con tal inmediatez
gracias a que precisamente los vecinos corroboraron la versión de la mujer ya
que en dos años solo la habían visto en el "quicio de la puerta",
según relatan.
Este matrimonio joven llevaba un par de años viviendo en el
edificio pero apenas ponen cara a la víctima, según otro de los vecinos, que nunca
llegó a hablar con ella.
Al detenido le califican como un hombre "parco en
palabras", que "no se relacionaba con nadie", y lo poco que
pudieron "sacarle" es que "estaba todo el día trabajando",
aunque desconocen su oficio.
Otros vecinos resaltan que "nunca" han tenido
problemas con estos inquilinos y tampoco han escuchado "golpes o
gritos" en el interior de la vivienda. "Es sorprendente que se haga
algo así", afirma otra mujer acompañada de su hija.